Napoleón es la más reciente película de Ridley Scott en colaboración con Joaquin Phoenix, un par de fuerzas artísticas poderosas que con cada proyecto dejan a sus fans encantados. No obstante, las cosas no han resultado del todo bien con la cinta del famoso gobernante francés; muchas de las críticas han sido francamente voraces, destinadas a resaltar las imprecisiones históricas y otros defectos que podrían encontrarse en la película desde un punto de vista subjetivo. Scott ya emitió su respuesta a todos aquellos que condenan su nuevo trabajo y ahora Phoenix se le une con algunos argumentos notables.
Protagonizada por Phoenix y Vanessa Kirby , Napoleón es descrita como una epopeya de acción llena de espectáculo que detalla el accidentado ascenso y caída del emblemático emperador francés. Con un impresionante escenario cinematográfico a gran escala orquestado por el legendario director Ridley Scott, la película capta la implacable travesía de Bonaparte hacia el poder a través del prisma de su adictiva y volátil relación con su único y verdadero amor, Josefina, mostrando sus visionarias tácticas militares y políticas plasmadas en algunas de las secuencias de batalla más dinámicas y realistas jamás filmadas.
Pero aunque en primera instancia la película deslumbra por su escala y apartado técnico, los propios franceses no están felices con el resultado y son quienes han emitido algunos de los comentarios negativos más destacados. En entrevista con Forbes, Joaquin Phoenix sostiene que mucha de la vida de Napoleón está sujeta a interpretación:
Gran parte de su vida está sujeta a interpretación. Desde el principio puse en ello mi propia curiosidad e intereses. Quiero decir, probablemente fueron algunas cosas críticas, realmente no se pueden desafiar los hechos, pero recuerdo que hace tiempo estaba viendo este video de dos académicos que habían escrito libros sobre Napoleón, eran solo ellos, literalmente discutiendo durante hora y media sobre hechos, sobre su vida, en los que no estaban de acuerdo. Entonces hay algunas cosas en las que hay un consenso general, en las que la gente acepta ciertos hechos. Pero cuando te metes en la idea de las relaciones, entiendes esto: ‘Ok, él era inmaduro, no sabía cómo estar con una mujer’ […] ¿Cómo puedes aplicar eso a esta escena en particular? A veces dices literalmente: ‘Aquí está el punto de la escena, aquí está la información (que tenemos), y es tan jodidamente aburrido, ¿a quién le importa?’.
Napoleón Bonaparte emergió como una figura clave durante la Revolución Francesa y se convirtió en el líder militar y político de Francia en la primera mitad del siglo XIX. Después de realizar una serie de campañas militares exitosas, Napoleón se autoproclamó Emperador de los Franceses en 1804. Su genialidad estratégica y táctica le permitió construir un imperio que se extendía por gran parte de Europa. Sin embargo, su ambición expansionista lo llevó a la derrota en la batalla de Leipzig en 1813 y finalmente a su exilio en la isla de Elba. Regresó brevemente al poder en 1815, conocido como los «Cien Días», pero fue derrotado en la batalla de Waterloo, lo que resultó en su segundo y último exilio, esta vez a la isla de Santa Elena, donde murió en 1821.
El impacto de Napoleón en la historia es profundo y duradero. Su legado se refleja en las reformas legales y administrativas que introdujo, conocidas como el Código Napoleónico, que influyeron en la legislación en muchos países. Además, su estilo militar y sus tácticas estratégicas continuaron siendo estudiados en las academias militares de todo el mundo. A nivel político, su visión de un sistema meritocrático y su enfoque en la educación también dejaron una marca duradera. Su ascenso y caída marcaron un hito en la historia europea, influyendo en la configuración de las naciones y las dinámicas geopolíticas durante el siglo XIX y más allá.