A fines del 2016, Michael Douglas reveló que Val Kilmer padecía un cáncer de garganta (la misma enfermedad que el propio Douglas había sufrido algunos años antes, y de la que se había recuperado). Las imágenes de un Kilmer muy debilitado ya se habían difundido, pero éste salió a negar todo. Sin embargo, algunos meses después y en un reportaje que le concedió a Hollywood Report, acompañado por sus hijos Mercedes y Jack en su residencia californiana, Val Kilmer admitió sus padecimientos.
Y también reflexionaba sobre su carrera, sobre todo porque había cambiado su visión sobre la fama, aquella que tanto persiguió: “Es un desastre, no tiene nada ver con quién eres en realidad”.
Kilmer también confesó que se había refugiado en la religión para superar el tratamiento y el dolor. Sobrevivió algunos años más, pero falleció en la madrugada de este 2 de abril, en Los Ángeles. Justamente en la ciudad donde había nacido el último día de 1959.
Val Kilmer, actor que le puso el cuerpo a personajes de la talla de Batman y Jim Morrison en «The Doors», y que formó parte de otros grandes éxitos del cine estadounidense de las décadas del ’80 y ’90 como «El Santo»; en 1986 se convirtió en el arrogante y silencioso aviador Iceman, rival y después amigo de Maverick (Tom Cruise) en la exitosa película «Top Gun», murió este martes a los 65 años.
La noticia fue confirmada por su hija, Mercedes Kilmer, al New York Times, que precisó también que el deceso del versátil artista, a quien en 2014 le habían diagnosticado un cáncer de garganta, se produjo en Los Ángeles.
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