La muerte del actor Matthew Perry, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado el pasado sábado en el jacuzzi de su casa de Los Ángeles, ha provocado una comprensible consternación entre sus allegados y en el seno de la opinión pública. El inolvidable Chandler Bing de la mítica serie ‘Friends’ mantuvo una dura batalla contra su adicción al alcohol y las drogas, y en tiempos recientes superó una serie de problemas de salud que a punto estuvieron de costarle la vida. Sin embargo, el intérprete parecía encontrarse ahora en una etapa mucho más saludable, hasta el punto de que se había volcado en el deporte para disfrutar de una mayor calidad de vida.
El astro de la televisión, quien tenía 54 años, siempre fue un apasionado del tenis, y en los últimos años formaba parte de un club de ‘pickleball’, un deporte de raqueta similar al pádel, al que acudía con frecuencia. No faltó a su cita semanal el trágico día de su fallecimiento, como ha revelado su entrenador Matt Manasse en declaraciones al portal de noticias ET Online: «Se le veía muy animado. Parecía que estaba bien y muy feliz», ha señalado con desolación.
Este instructor está convencido de que la afición del artista por esta modalidad deportiva suponía una «vía de escape» para sentirse física y mentalmente mejor. «Se acabó obsesionando con el pickleball, era como una adicción sana para él, le encantaba», ha añadido Manasse, quien también ha elogiado a Matthew Perry por su carácter sociable y generoso. «Se traía a otra gente a la pista, personas que estaban pasando por lo mismo que él, y recurría al pickleball para ayudarles. Era un hombre de gran corazón, que hacía reír a todo el mundo», ha dicho.
Ese fatídico sábado, sin embargo, Perry no pudo terminar su partido. Eso ha afirmado el periodista Billy Bush, del canal ‘Extra’, tras ponerse en contacto con la compañera de pista habitual del intérprete. «Jugaba todos los días, y a veces dos partidos al día. He hablado con la mujer con la que jugó esta mañana, y todas las mañanas. Está hundida, adoraba a Matt… Me ha dicho que esta mañana se sentía fatigado, y también a lo largo de la semana. Un poco más de lo habitual. Jugó alrededor de una hora, pero luego se fue a casa», ha escrito Bush en sus redes sociales.
