El protagonista de ‘Friends’ murió en octubre de 2023 a los 54 años tras sufrir una sobredosis de la droga y ahora documentos judiciales han revelado que la estrella de televisión y su ayudante que vivía con él gastaron miles de dólares comprando 55 viales e inyecciones de ketamina en las semanas previas a la tragedia.
Según Us Weekly, los documentos judiciales presentados como parte de una causa penal contra Iwamasa, de 59 años, revelan que el actor y su asistente gastaron un mínimo de 55.000 dólares en el tranquilizante en menos de un mes.
Iwamasa, de Toluca Lake, Los Ángeles, se ha declarado culpable de un cargo de conspiración para distribuir ketamina causando la muerte y se enfrenta a una pena de hasta 15 años de prisión.
El outlet informó además que los documentos afirman que Perry e Iwamasa se reunieron con un médico en la parte trasera de un coche en un estacionamiento público y sugieren que Iwamasa gastó 6,000 dólares en 25 viales sólo nueve días después de comprar 25 botellas de ketamina.
Los documentos judiciales presentados como parte del acuerdo de culpabilidad de Iwamasa revelaron previamente que inyectó la droga al actor tres veces el día de su muerte, que se atribuyó al ahogamiento en el jacuzzi de su mansión de Pacific Palisades, de 6 millones de dólares, y a los «efectos agudos» de la ketamina.
Otras cuatro personas -entre ellas dos médicos- han sido detenidas y acusadas en relación con el suministro de las drogas que mataron al actor.
El padrastro de Perry, el presentador de ‘Dateline’, Keith Morrison, ha agradecido a las autoridades que hayan tomado el caso «en serio».
En un comunicado remitido a Entertainment Weekly, dijo: «Teníamos y seguimos teniendo el corazón roto por la muerte de Matthew, pero nos ha ayudado saber que las fuerzas del orden se han tomado su caso muy en serio. Esperamos que la justicia siga su curso y estamos agradecidos por el excepcional trabajo de las múltiples agencias cuyos agentes investigaron la muerte de Matthew. Esperamos que los proveedores sin escrúpulos de drogas peligrosas reciban el mensaje».
La administradora de la DEA, Anne Milgram, dijo sobre el caso: «El periplo de Matthew Perry comenzó con médicos sin escrúpulos que abusaron de su posición de confianza porque lo veían como un día de pago, hasta traficantes callejeros que le suministraron ketamina en viales sin marcar. Cada día, la DEA trabaja incansablemente con nuestros socios federales, estatales y locales para proteger al público y responsabilizar a aquellos que distribuyen drogas mortales y peligrosas, ya sean narcotraficantes locales o médicos que violan su juramento de cuidar a los pacientes».