El actor, de 72 años, interpretó a Luke Skywalker junto a la Princesa Leia en la trilogía original y en la secuela de la serie de ciencia ficción, pero admite que su experiencia en la franquicia se vio mermada por la muerte de la actriz a causa de un paro cardíaco repentino en 2016.
Durante el panel ‘Mark Hamill Live’ en Fan Expo Chicago el fin de semana, el intérprete dijo: «Mi mujer (Marilou York) entró en la habitación -se levanta antes que yo- y yo aún dormía. No paraba de llorar y me dijo que Carrie había… Cambió para siempre mi forma de reaccionar ante ‘Star Wars’ en general. Se me fue el corazón. No hablo de ello porque no me gusta revivirlo».
Al reflexionar sobre la película original de 1977, Hamill rindió homenaje a su fallecida coprotagonista por aportar un «feminismo sin esfuerzo» a la franquicia al plantar cara al temido Darth Vader y posicionarse al mando de Skywalker y Han Solo (interpretado por Harrison Ford).
Dijo: «Pensé que era feminismo sin esfuerzo tener a la Princesa lejos de ser una violeta encogida. Era dura, le reñía a Darth Vader a la cara, no se sentía intimidada por Darth Vader en lo más mínimo. ‘Creí reconocer tu asqueroso hedor’… ¡vaya! Bastante enojada, ¿eh? Y cuando la rescatamos, dejó en ridículo a Luke y Han: ‘¿Llamas a esto rescate? ¡Dame esa pistola! Y nos hizo quedar como dos chiflados. Pensé: ‘Eso es feminismo sin esfuerzo’, porque no es ofrecer disculpas, es mostrar que una mujer es tan [capaz] como cualquier hombre».
Hamill reveló que Fisher y él tuvieron una relación turbulenta, pero que también compartían una conexión «especial» entre ellos.
Dijo a Esquire: «Podíamos ser lo más cariñosos y comprensivos posible, luego podíamos tener grandes discusiones y decir: ‘Bueno, no quiero volver a hablar contigo’, y no hablar durante seis meses. Pero cada vez que volvíamos a hablarnos, lo retomábamos donde lo habíamos dejado. Teníamos una conexión especial».