Hace apenas una semana México y el mundo se sacudían con las palabras de la saxofonista María Elena Ríos, quien acusó al actor Tenoch Huerta de ser un «depredador sexual», y al colectivo de Poder Prieto de ser una secta. La respuesta de Tenoch tardó unos días en llegar, obviamente negando esas acusaciones tan graves, pero ahora Ríos ha contraatacado con una publicación de Twitter donde detalla por qué acusa al actor.
Huerta cuenta con una carrera prolífica en México, con producciones como Güeros – 94%, Semana Santa – 100% y Mexican Gangster , pero en años recientes comenzó a incursionar en Hollywood, con La purga por siempre – 65%, y más recientemente con Pantera Negra: Wakanda por Siempre – 88%, la cual fue un gran éxito de taquilla y sirvió para catapultar al mexicano a la fama mundial, ya que interpretó a un personaje clásico de Marvel, Namor, que sobrevivió al final de la cinta con la promesa de que lo volveríamos a ver en futuras entregas.
Una acusación tan seria como ser llamado «depredador sexual» no se puede ignorar, y pone en riesgo su futuro en la franquicia de Marvel Studios, ya que desde 2017 el movimiento #MeToo llevó a Hollywood a ser sumamente estricto con aquellos acusados de acoso y abuso sexual. Hasta antes de lo revelado por Ríos, Huerta era conocido sobre todo por su carrera actoral y por su activismo contra el racismo y la discriminación de todo tipo.
En la más reciente publicación de la saxofonista, aseguró que fue víctima de “gaslighting” y “pity play”. Lo primero, también conocido como luz de gas (nombre tomado de una obra de teatro que fue llevada al cine y protagonizada por Ingrid Bergman), es un tipo de abuso que consiste en hacer creer a la víctima que está loca, y hacerla dudar de su realidad. Lo segundo es cuando un maltratador distorsiona la realidad para hacerse la víctima. Ríos asegura que otras mujeres de Poder Prieto son cómplices de Huerta, y que cuando ella les contó su experiencia, le dijeron que se estaba “deconstruyendo”.
Una de las acusaciones que más impacto ha tenido es que Ríos dijo que el actor se quitó el condón sin avisar, lo cual es un delito conocido como stealthing:
María Elena Ríos se convirtió en los últimos años en una figura emblemática en la lucha feminista, especialmente en la batalla contra la violencia con ácido, un horror que ella misma tuvo que soportar en 2019. Oriunda de Santo Domingo Tonalá, al noroeste de Oaxaca, estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se transformó en una talentosa intérprete profesional.
Sin embargo, el capítulo más oscuro de su vida se dio al cruzarse en su camino el empresario y exdiputado oaxaqueño, Juan Antonio Vera Carrizal. Después de establecer una relación sentimental con él, María Elena comenzó a experimentar episodios de violencia que finalmente la llevaron a poner fin al noviazgo. En un giro desafortunado y trágico, la decisión desencadenó un acto monstruoso de violencia: en septiembre de 2019, María Elena fue víctima de un ataque con ácido, organizado por su ex pareja.
La sustancia tóxica dejó cicatrices profundas, cubriendo el 70% de su cuerpo y forzándola a someterse a varias cirugías para salvar su vida. Pero María Elena, lejos de ser derrotada, decidió transformar su experiencia en una lucha por la justicia, exigiendo que su agresor enfrentara las consecuencias legales de sus actos. Además de sus intentos por hacer justicia en su caso personal, Ríos ha dedicado innumerables horas a sensibilizar sobre este tipo de violencia y a reunir testimonios de otras mujeres que han sufrido atrocidades similares.
