La icónica cantante Madonna generó una reciente controversia tras compartir imágenes generadas por inteligencia artificial con el Papa Francisco en su cuenta de Instagram.
Las dos fotografías, compartidas el viernes por la noche en su historia de Instagram, mostraban escenas inusuales del pontífice con la estrella pop que desafiaban toda imaginación.
En la primera imagen, el Papa Francisco aparecía abrazando a Madonna con una sonrisa amplia y su nariz presionada contra la mejilla de la cantante. Madonna tituló esta imagen de manera sugerente: “Entrando al fin de semana así…”.
La segunda fotografía presentaba un escenario aún más provocador, con la artista de 66 años ataviada con un corsé de encaje, mientras el Sumo Pontífice aparentemente se acercaba para besarla, rodeándole la cintura con su brazo.
La reacción en redes sociales fue inmediata y profundamente polarizadora. Los críticos más conservadores no tardaron en manifestar su descontento con comentarios demoledores.
“Esto es increíblemente irrespetuoso”, señaló un usuario visiblemente molesto. Otro declaró con dureza: “Es simplemente raro como el infierno… se ha vuelto completamente loca”.
Un tercer comentario manifestaba con indignación: “¡Qué asqueroso! Ruego porque su alma se salve”.
Las imágenes, que Madonna etiquetó como obra del artista de memes @rickdick_, fueron percibidas de manera radicalmente diferente por sus seguidores.
Mientras un sector importante de la audiencia las consideró ofensivas y provocativas, otro grupo de fans defendió fervientemente a la artista, argumentando que era parte de su característico e irreverente sentido del humor.
“¿Qué fans están realmente molestos? Amamos su ingenioso sentido del humor”, comentó uno de sus seguidores a modo de elogio hacia el post.
Madonna pidió una reunión con el Papa Francisco
Esta última polémica no constituye un hecho aislado en la trayectoria de Madonna, quien históricamente ha mantenido una relación compleja y desafiante con la Iglesia Católica.
En mayo de 2022, la cantante ya había intentado contactar al Papa Francisco a través de X (anteriormente Twitter), solicitando una reunión para discutir “asuntos importantes” con un tono entre juguetón y provocador.
“Hola @Pontifex Francis — Soy una buena católica. ¡Lo juro! Quiero decir, ¡no juro!”, escribió en su mensaje compartido en la red social.
Y bromeando sobre su relación con la Iglesia, añadió: “Han pasado algunas décadas desde mi última confesión. ¿Sería posible reunirnos algún día para discutir algunos asuntos importantes? He sido excomulgada 3 veces. No parece justo”.
Los antecedentes de su conflictiva relación con la Iglesia se remontan a 1989, cuando su videoclip de Like a Prayer generó un escándalo mundial que sacudió las estructuras conservadoras de la época.
El video musical incluía representaciones religiosas y la imagen de un Jesús afroamericano, y fueron consideradas blasfemas por sectores católicos. Esto provocó que el Vaticano sugiriera un boicot a su gira Blond Ambition World Tour.
Su desafío a las instituciones religiosas continuó años después. En 2006, durante su Confessions Tour, Madonna realizó una representación de la crucifixión en el escenario.
La actuación motivó al Papa Benedicto XVI la calificara públicamente de blasfema, aumentando la tensión entre la artista y la institución eclesiástica.
A pesar de estas controversias históricas, Madonna parece mantener un tono conciliador con el actual Papa Francisco, a quien percibe como más abierto de mente, como lo demuestran sus persistentes intentos de acercamiento.
La cantante, siete veces ganadora del Grammy, continúa demostrando que mantiene intacta su capacidad de generar titulares y dividir opiniones públicas.
“Los artistas están aquí para perturbar la paz”, indicó como parte de su filosofía personal.