Lupita Nyong’o adoptó un gato para que la ayudara a superar un «momento difícil» y ahora no puede «imaginar la vida sin» él.
La estrella de ’12 Years A Slave’ solía tener miedo a los gatos, pero llegó a querer a Schnitzel -el peludo coprotagonista con el que trabajó en la película ‘Un lugar tranquilo: Día Uno’ – y decidió tener su propio gato después de pasar por una crisis personal revelando que Yoyo «le abrió el corazón».
Durante una entrevista con la revista PEOPLE, la actriz indicó: «Esta película [‘Un lugar tranquilo: Día Uno’] me obligó a aprender acerca de los gatos y tuve que fingir que amaba al gato. En el proceso me enamoré de él. Hay algo que te derrite el corazón cuando se aferran a ti. Cuando volví a mi vida real y estaba pasando por un mal momento, una vocecita me dijo: ‘Adopta un gato’, así que lo adopté. No me he arrepentido. Me siento mucho menos sola con mi gato. Me ha abierto el corazón».
Lupita admitió anteriormente que en realidad tenía miedo a los gatos antes de trabajar con uno de ellos.
En un encuentro con la revista ¡HOLA!, dijo: “Les tenía miedo antes de hacer esta película. Ni siquiera podía estar en la misma habitación que un gato, así que eso no iba a funcionar. Pero recibí terapia y poco a poco superé mi miedo, hasta el punto de que pude parecer convincente como la devota dueña de gato que es Sam, con suerte».
Lupita se ha mudado recientemente de Nueva York a Los Ángeles y disfruta reconectando con la naturaleza en su nuevo entorno con Yoyo.
Añadió a ¡Hola!: “Hace poco que me mudé de Nueva York a Los Ángeles, así que ahora tengo mucho más silencio que antes. Mi lugar tranquilo es cualquier momento en el que me fuerzo a hacer una pausa digital para reconectar conmigo misma, lejos de mi teléfono o de las redes sociales. Realmente creo que tomar un tiempo, ir de excursión y ver la naturaleza elimina mucho ruido mental».