Si algo se recordará de 2018 en los espectáculos es la interpretación que el actor español Óscar Jaenada hizo de Luisito Rey, el papá de Luis Miguel, en la serie de Netflix.
Durante lo más de dos meses que se transmitió la serie, Luisito Rey se convirtió capítulo a capítulo en el villano más grande.
Ya desde el primer episodio, Luisito Rey emergió como el protagonista de la historia, pues fue él quien impulsó la carrera de «El Sol», pero también quien le provocó algunos de sus más grandes dolores.
Según la historia que nos contó Netflix, desde que Luis Miguel era muy pequeño, su padre se dio cuenta del talento musical que tenía y decidió explotarlo, para ayudar así económicamente a su familia.
El precio que pagó Luis Miguel fue no vivir una niñez normal, tener que enfrentar largas jornadas de ensayos y verse obligado a dejar la escuela.
Aunque Luisito Rey le hizo cosas terribles a su hijo, los matices que dio Jaenada a la interpretación tenían momentos de comedia, con frases memorables como la viral «Coño, Micky»; o de drama, como aquella escena de Rey esperando a Luis Miguel con una pata de jamón como regalo.
Lo peor que vimos en la serie fue el momento en que, ya moribundo, Luisito Rey se niega a decirle a Micky dónde está su madre, Marcela Basteri.
Las villanías de Luisito Rey
Además de manejar su carrera, desde el inicio de la serie vimos cómo Luisito Rey trataba de controlar todos los aspectos de la vida de «El Sol».
El cantante español se interpuso en el romance entre Luis Miguel y Mariana Yazbek. Por su culpa, según la serie, no lo acompañó a una entrega de premios y además la recortó de la edición final del video de «Cuando calienta el sol».
Cuando Micky era niño lo llevaba a cantar a bares, a altas horas de la noche. Lo despertaba en medio de una fiesta para deleitar a los asistentes y lo obligaba a ensayar durante hora
Una vez que Luis Miguel inició con el pie derecho su carrera musical, lo sacó de la escuelapara que pudiera dedicarse a ensayar y a cumplir con sus conciertos.
Lo obligó a actuar en películas y a hacer comerciales. También hizo que le recetaran efedrina para que aguantara la difícil agenda de trabajo que le programaba.
Fue Luisito Rey quien le dio a consumir drogas y, además, le contrató una prostituta para que perdiera su virginidad, cuando sólo tenía 13 años.
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Aunque llevaba años tratando de terminar la relación laboral con su padre, Luis Miguel finalmente tomó la decisión cuando supo que Luisito Rey le había robado dinero.
De hecho, Luis Miguel pudo haber ido a la cárcel por no pagar impuestos y se vio obligado a pedir dinero prestado, pues Luisito Rey no cumplió con ese asunto, que le correspondía.
Lo más terrible que hizo Luisito Rey, fue alejar al cantante de su madre, Marcela Basteri, y después inventarle que la mujer los había abandonado.
Eso evitó que Luis Miguel la buscara en los primeros meses de su desaparición, lo que quizás le habría traído mejores resultados, pues el cantante esperó años para iniciar su búsqueda.
Marcela, la otra víctima
Precisamente fue Marcela Basteri otra de las víctimas de las villanías de Luisito Rey. Basteri nunca estuvo de acuerdo con que Luis Miguel fuera cantante, pero se vio obligada a aceptar debido a las difíciles condiciones económicas que enfrentaban.
Aunque trató de apoyar a su hijo, Luisito Rey los fue alejando y en una de las discusiones, según vimos en la serie, orilló al cantante a que eligiera con quién iba a vivir y «El Sol» se fue con su padre.
La producción de Netflix también nos mostró que Marcela y Luisito Rey tenían problemas en su relación de pareja, que ella enfrentó una depresión después del nacimiento de su tercer hijo y que, cansada de las infidelidades de Rey, decidió abandonarlo.
De acuerdo con la serie, Marcela y Luisito Rey quedaron de verse en España en 1986, pero nunca más volvió a saberse de ella.
Pese a todas las villanías cometidas por Luisito Rey, su imagen se convirtió en objeto de chistes y memes en redes sociales. Incluso se crearon productos inspirados en él.
