Una agenda sobrecargada. Viajes, promociones, presentaciones televisivas, contratos con marcas. Izán Llunas (13) está en una etapa de pleno «ascenso» a la popularidad, y el trabajo le «llueve». Tras su interpretación en la serie de Luis Miguel que emite Netflix, el muchachito es adorado por miles de fans del mexicano. Claro, detrás de todo hay un adulto que maneja su carrera. Y que ya es señalado como un «Luisito Rey 2».
Nieto del cantante Dyango, Izán tiene hoy una vida movida que incluye viajes, recorrido por canales de TV, presencia en mega-eventos. Enseguida las teorías no tardaron en llegar. En la ficción Izán encarna a un niño explotado por «Luisito Rey» y en la vida real algo de tantos compromisos laborales hace «ruido».
«Marcos Llunas, hijo de Dyango, acusado de «explotar» a su primogénito», se lee en el diarioEl Mundo, de España, en un artículo firmado por Andrea Rosa del Pino. «Una de las estrellas de Luis Miguel: la serie, podría estar siendo víctima de un nuevo Luis Rey, quien -tal como el intérprete deSoy como quiero ser– sería español, artista y «peligrosamente ambicioso» con la potencial carrera de su hijo».
La nota agrega: «Desde el comienzo del dramático show, en abril de 2018, la fama ha asaltado por sorpresa a gran parte del elenco (Martín Bello y Óscar Jaenada, entre otros). No obstante, no a todos les habría afectado de la misma forma. Sobre todo, al más pequeño de ellos, quien, con sólo 13 años, ya promociona camisetas con su rostro en Instagram. Se trata de Izan Llunas -el hijo de Marcos Llunas (46), sexto en Eurovisión ’97, y nieto del legendario Dyango (78)-, que interpreta con gracia a la versión más joven de Luis Miguel, entre 1981 y 1985».
Izán nació el 28 de septiembre de 2004, en Ibiza. Tuvo su primera experiencia en televisión en el realityLa Voz Kids España, logrando quedar entre los finalistas. «¡Para mí saber que iba a hacer la serie de Luis Miguel fue como un sueño! Primero se lo dijeron a mi padre ¡y me dijo que hasta se puso a llorar de la emoción en el restaurante!», contó el pequeño. «Cuando me enteré, también me puse a llorar! Estaba muy contento, ¡es como un sueño! ¡Nadie tiene esa oportunidad!».
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Clarín
LA VERDAD DESDE QUE SALIO EN VENTANEANDO, LE NOTE AL PADRE LA AMBICIÓN, SE LE REFLEJABA EN LOS OJOS QUE ESTE PEQUEÑO ESTABA SIENDO EXPLOTADO.
UNA MADRE NUNCA SE EQUIVOCA..