El quinteto de música norteña mexicano Los Tigres del Norte no solo han cantado en los principales escenarios durante 50 años, sino que han mantenido en el gusto del público los polémicos narcocorridos.
Los corridos ya se escuchaban desde el siglo XIX en México y se volvieron populares durante la Revolución Mexicana, pero en los años 70, Los Tigres del Norte fueron pioneros en narrar historias de narcos en sus corridos, con temas como «Contrabando y traición».
El género musical proliferó con más temas sobre la ostentación de los narcos, quienes se dice que pagaban para que se les compusieran canciones. Pero a pesar de que su música los acercó a la problemática del narcotráfico, Los Tigres del Norte aseguran no estar ligados con nadie involucrado en el crimen organizado.
Sin embargo, ha bastado su música para que enfrenten consecuencias.En 2012 denunciaron en su cuenta de Twitter que el gobierno de Chihuahua los quería vetar por cantar «La Reina del Sur».
El gobierno local prohibió los narcocorridos y multó a los organizadores de la fiesta ganadera con unos USD 1.500.
Estas medidas gubernamentales fueron señaladas por los músicos comoun acto de censura y un intento por negar la realidad que viven algunas zonas de México. En contraste, el gobierno federal de la época (Felipe Calderón) señalaba que la guerra contra el narco también debía ser «cultural».
Volvió a ocurrir en mayo de 2017, cuando abarrotaron el palenque de Santa Rita, en la feria municipal de Chihuahua. El gobierno local les impuso una multa de 500.000 pesos (USD 25.000) y aunque pudieron haber sido arrestados, el hecho no trascendió más.
Desde 2011 la música que enaltece a los líderes criminales de la droga fue prohibida por gobiernos de estados como Chihuahua, Sonora, Coahuila y Sinaloa, lugar de donde son originarios Los Tigres del Norte, y tierra de Joaquín «El Chapo» Guzmán, uno de los narcotraficantes más importantes del mundo.
De hecho, Los Tigres son amigos de Kate del Castillo, la actriz mexicana que se convirtió en amiga de «El Chapo» y que lo fue a visitar mientras estaba preso, hecho que detonó en su recaptura.
Ella planeaba un proyecto sobre la vida del capo, pero Los Tigres del Norte nunca confirmaron su participación en el proyecto; de hecho, le recomendaron no visitarlo en la prisión de Nueva York donde se encontraba, como se llegó a especular que lo haría.
A Los Tigres y a Kate también los une «La Reina del Sur», serie basada en el libro del español Arturo Pérez-Reverte, quien ha dicho que se inspiró en el tema «Contrabando y traición», donde los músicos contaban la historia de «Camelia, la texana». Ellos resumieron la obra literaria en una canción homónima, que más tarde sale la versión: Los Cuates de Sinaloa para la entrada de la telenovela de Telemundo que estreno su segunda temporada.
Uno de los temas más populares de los Tigres del Norte es el corrido llamado «Jefe de Jefes» publicado en 1997. Les valió una nominación a los Grammy y llegar a la primera posición de la lista Billboard de álbumes latinos.
El título de la canción era el mote de Miguel Ángel Félix Gallardo, un narcotraficante de Sinaloa considerado como «el zar de la cocaína» y el fundador del primer cártel de Guadalajara. Era conocido como «El Padrino» o «El Jefe de Jefes».
Fue detenido en 1989 y se encuentra preso en el penal de alta seguridad del Altiplano en Almoloya de Juárez, en el Estado de México.
Pero «El jefe de jefes» también era utilizado por Arturo Beltrán Leyva, líder del Cártel de Sinaloa que fue abatido durante un tiroteo con militares durante una fiesta cerca de la ciudad de Cuernavaca, en Morelos.
También le llamaban «La muerte», «El Barbas» o «El Botas Blancas», pero su sobrenombre más popular coincide con el título de la canción de Los Tigres del Norte. En sus inicios, había sido guardaespaldas de Amado Carrillo, «El señor de los cielos».
Más allá de ser ligados con capos de la droga, Los Tigres del Norte son uno de los grupos mexicanos con más años de exitosa trayectoria, con más de 60 millones de copias vendidas, 5 premios Grammy, y con el respaldo de un público que sigue considerándolos «los jefes de jefes».
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