La cantante Lizzo estudia la posibilidad de emprender acciones legales contra las tres extrabajadoras que la demandaron, a ella y a varios miembros de su equipo, a principios de este mes de agosto. Según el portal de noticias TMZ, el abogado de la artista, Marty Singer, quiere pasar directamente a la ofensiva para contrarrestar el impactante alegato que ofrecieron Noelle Rodriguez, Crystal Williams y Arianna Davis hace unas semanas: sus testimonios tuvieron una gran repercusión mediática y sirvieron para que otras antiguas colaboradoras de la artista alzaran la voz y criticaran abiertamente sus supuestos desmanes.
Estas tres bailarinas acusaron a la artista de haber creado un «ambiente laboral hostil», a base de realizar comentarios humillantes sobre su peso e incluso obligándoles a realizar actos de naturaleza sexual en una discoteca de Ámsterdam, amén de otras intolerables muestras de autoritarismo. La diva del pop, sin embargo, trató de desacreditarlas por medio de un comunicado publicado en Instagram, en el que tachaba esas afirmaciones de burdas mentiras concebidas para minar su reputación y, sobre todo, para desviar la atención del hecho de que dos de ellas habían sido despedidas fulminantemente por su falta de profesionalidad.
Para el mencionado letrado, los supuestos bulos o exageraciones que habrían vertido Rodriguez, Williams y Davis podrían ser directamente constitutivos de un delito de acusación maliciosa, equivalente al de denuncia falsa o fraudulenta. Aunque el citado medio no ha podido confirmar que Lizzo vaya a presentar formalmente la denuncia, el medio británico The Independent ha reproducido este jueves unas breves pero rotundas declaraciones de Singer, que claramente apuntan en esa dirección. «Pretendemos denunciar por acusación maliciosa después de que [Lizzo] salga victoriosa y se desestimen esas falsas alegaciones. Esta demanda es una estafa», sostiene.
Por su parte, la abogada de las demandantes, Neama Rahmani, ha reaccionado con aparente tranquilidad a ese hipotético escenario en el que cambiarían las tornas. «Nos reafirmamos en cada una de las acusaciones que aparecen en la demanda, y estamos deseando ir a juicio», ha expresado desafiante en conversación a TMZ. «Por supuesto que ellas querían conservar sus trabajos: tenían que pagar sus facturas como todo el mundo. Pero se hartaron de tanto abuso», ha respondido al ser preguntada por la actitud, supuestamente pasiva en un principio, que habrían mostrado sus clientas cuando ocurrieron los hechos.