La aclamada cantante Lizzo, cuyo nombre real es Melissa Jefferson, sorprendió a sus seguidores con un anuncio en Instagram con un contundente “RENUNCIO” que sugiere su posible retiro del mundo del espectáculo.
“Estoy exhausta de las críticas constantes tanto en mi vida personal como en la red. Mi único deseo es crear música, alegrar corazones y dejar este mundo un poco mejor de lo que lo encontré. Sin embargo, siento que el mundo me rechaza”, se lee en la publicación.
“Estoy constantemente enfrentándome a mentiras que se dicen sobre mí por mi influencia y puntos de vista… siendo el blanco de bromas por mi apariencia”, continúa el texto.
Este mensaje llega tras alcanzar grandes logros, incluyendo cuatro premios Grammy y un Emmy por su programa “Watch Out for the Big Grrrls”.
Conocida por éxitos como “Truth Hurts” y “Good as Hell”, Lizzo se ha convertido en un símbolo del movimiento de aceptación corporal, desafiando las normas con su vestimenta audaz y su lucha contra las burlas sobre su figura.
Las críticas persistentes sobre su estilo de vida y su imagen pública la llevaron a limitar su interacción en Twitter y a considerar dejar la música tras comentarios ofensivos sobre su apariencia.
A lo largo de su carrera, Lizzo ha enfrentado demandas legales por acoso sexual, discriminación racial y crear un ambiente de trabajo tóxico, interpuestas por bailarinas y una estilista, quienes denunciaron condiciones laborales inseguras y cargadas de sexualidad.
A pesar de sus esfuerzos de la cantante por desestimar las acusaciones, un juez rechazó su petición en febrero en el caso de los bailarines.
De acuerdo con lo que aseguraron sus bailarinas ante el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles, en Estados Unidos, Lizzo las obligó, según ellas, a interactuar con artistas desnudos en un club en Ámsterdam llamado Bananenbar.
Ellas aceptaron, según comentaron, para no perder su trabajo. Fueron obligadas a manipular juguetes sexuales y a comer plátanos que habían sido usados por los artistas nudistas del bar.
No obstante, Lizzo sigue firme en sus convicciones, como lo demostró en un concierto reciente, sosteniendo un cartel que decía: “Lamento que la gente en Twitter sea cruel. Eres hermosa y única”.
Con este mensaje, la cantante reafirmó su compromiso de nunca callarse sobre los desafíos que enfrentan las personas con sobrepeso simplemente por existir, enfatizando que ignorar es gratuito y planteando cómo cambiaría la interacción en redes sociales si cada comentario tomara 24 horas en publicarse.
Su reciente publicación en Instagram, en contraste con una anterior del 17 de marzo donde hablaba sobre escribir nueva música y agradecía a sus seguidores por su paciencia, ha generado una oleada de comentarios de apoyo, incluyendo el de Paris Hilton, quien expresó: “Te amamos, reina”, y Kiara Mooring, concursante de su reality show, quien la animó a “seguir adelante”.
La posible despedida de Lizzo del escenario artístico podría marcar un hito en el diálogo sobre la salud mental y el bienestar de los artistas en la era digital, un tiempo marcado por el incremento del acoso en línea y la presión mediática.
Sus aportes, tanto en la música como en la cultura, han sido catalizadores de diálogos cruciales sobre la inclusión, la aceptación y la urgencia de transformar la interacción social, tanto dentro como fuera del ámbito del entretenimiento.