La cantante, de 39 años, pasó recientemente unas semanas en un centro de tratamiento para trabajar en sí misma por sus hijas – Ethel, de 13 años, y Marnie, de 11 – y ahora ha revelado que su vida se volvió «realmente inmanejable» debido a los antidepresivos que le recetaron.
Durante el último episodio de su podcast ‘Miss Me?’, con su amiga Miquita Oliver, dijo: «La medicación que tomaba el año pasado me volvió loca. Así que tuve que cambiar. Tuve que dejar ese medicamento y empezar uno nuevo. Y eso fue una gran parte de las cosas se volvieron realmente inmanejables para mí».
Lily, que se separó de su marido, el actor David Harbour, admitió que su amiga le advirtió sobre los médicos en Estados Unidos antes de mudarse a ese país, y ahora cree que «le hicieron mucho daño».
La intérprete de ‘Smile’ añadió: «Antes de venir a Estados Unidos, mi amiga Olivia me dijo: ‘Ten mucho cuidado con los médicos de allí y con las recetas que te envían’. Pero creo que uno de los antidepresivos que me recetaron me hizo mucho daño y no me funcionó. También me pasaban otras cosas. Pero sí, las pastillas no me ayudaban».
Los comentarios de Lily se produjeron a su regreso al podcast ‘Miss Me?’, después de que se alejara de la emisión para tomarse un descanso mental.
Al anunciar su corto retiro a principios de enero, la cantante dijo en el podcast: «No van a oírme durante unas semanas… Me cuesta interesarme por todo. No estoy en un buen momento. Sé que he estado hablando de ello durante meses, pero he estado en espiral y en espiral y en espiral, y se me ha ido de las manos».
Y añadió sobre su salud mental: «Lo intenté, quiero decir, vine a la comida de Navidad y tuve un ataque de pánico y me tuve que ir a casa. Fui a ver algo al teatro la otra noche con mis amigos Carlo y Claire, y tuve que irme en el descanso».
