El reconocido actor de 62 años, Michael J. Fox, fue ovacionado de pie durante su aparición en el Royal Festival Hall de Londres este domingo 18 de febrero. Fox, quien fue diagnosticado con la enfermedad de Parkinson en 1991, marcó un momento memorable al ingresar al escenario en su silla de ruedas y con los espasmos musculares característicos de su enfermedad.
A pesar de los problemas físicos, Fox logró ponerse de pie para presentar el premio final de la noche en la categoría de Mejor Película. Tras escuchar los aplausos, agradeció al público su cálido recibimiento de manera breve para darle prioridad a la categoría. En su voz también se pudieron notar los estragos de su enfermedad.
La distinción fue para la película Oppenheimer, siendo el séptimo trofeo que se llevó el filme de Christopher Nolan esa noche. El filme inspirado en la vida y obra del Padre de la Bomba Atómica competía contra Anatomy of a Fall, The Holdovers, Killers of the Flower Moon y Poor Things. Fox destacó el elemento común en todas ellas: “Son lo mejor de lo que hacemos. No importa quién seas o de dónde seas, estas películas nos unen. Por algo dicen que el cine es magia. Porque puede cambiar tu día, tu perspectiva e incluso, a veces, tu vida”.
Antes de presentar el premio, el anfitrión de los BAFTA, David Tennant, describió a Fox como “una verdadera leyenda del cine”. El actor también desfiló por la alfombra roja con su esposa de 63 años Tracy Pollan, con quien ha estado casado desde 1988 y comparte cuatro hijos. A lo largo de los años, Fox ha recaudado miles de millones de dólares para programas de investigación a través de su Fundación Michael J. Fox. Además, ha hablado abiertamente sobre su experiencia, incluido en su documental de 2023 Still.
En una entrevista de noviembre con CBS Mornings, Fox compartió su enfoque positivo frente a la vida, a pesar de los desafíos: “La positividad es realmente sincera, y la siento. Es genuina”, dijo. “Pero se ha luchado duro para conseguirla, y debería decirse que se ha ganado duro”. Continuó reflexionando sobre la importancia de darse crédito por enfrentar la vida en sus propios términos: “Podemos encontrar formas de darnos un respiro, de reconocernos por superar la vida según los términos de la vida”, afirmó. “Y para hacer eso, tienes que detenerte y decir: ‘No está tan mal. No está tan mal’”.
No obstante, Fox también ha sido honesto con su constante deterioro, y en una entrevista para CBS, compartió que no cree que su cuerpo resista hasta los 80 años.
“Caerse y aspirar comida y contraer neumonía – todas estas formas sutiles que te atrapan. No mueres de Parkinson; mueres con Parkinson. Así que he estado pensando en la mortalidad. No voy a llegar a los 80″.
En los últimos años, Fox ha visto su salud muy mermada. Una cirugía de médula ósea para extirparle un tumor y una mano, un hombro y un codo roto tras una caída han sido parte de este proceso, mismo que el actor ha vivido con resignación.
“No voy a mentir, cada vez es más difícil. Se está volviendo más duro. Cada día es más difícil. Pero así son las cosas. Quiero decir, ¿qué puedo hacer al respecto?”