Si ahora mismo nos pidieran hacer un esquema detallado del vestido del verano 2018 lo tendríamos claro: ligero, midi o corto, de inspiración provenzal y con botones en la parte frontal. Son muchas las piezas a las que se les cuelga la etiqueta de la estrella de un momento determinado pero, si el año pasado la silueta wrap en todas sus versiones fue la indiscutible ganadora, esta es la temporada de la prenda que nos hizo desear Jeanne Damas. La última en vestirlo en su versión corta ha sido la modelo de Victoria’s Secret Elsa Hosk y, lejos de llevarlo con alpargatas en un arranque más veraniego, ha demostrado que emparejarlo con sneakers XXL también es posible.
Con Nueva York de fondo, Hosk se enfundó en un mini vestido verde de la firma With Jean estampado con microflores, con manga corta y abullonada y abotonado por delante. Una pieza que bien podría haber salido del armario de Emily Ratajowski y que, además, combinó de una forma que también aprobaría su celebérrima amiga: con zapatillas XL repletas de color.
Así, jugando al contraste entre el universo romántico de la pieza principal y la dureza de unas zapatillas grandes, Elsa Hosk afirma que el vestido del verano no se lleva solo con alpargatas de cuña multiplicando su efecto mediterráneo, sino que acepta también una buena dosis de riesgo. El look lo completa con un bolso blanco de Chanel bajo el brazo (y no con un capazo, como cabría esperar) y gafas de sol redondas. Al fin y al cabo, como siempre, se trata de sacar el mayor partido al armario mostrando siempre nuestra propia personalidad: ¡minipunto para Elsa!
Se esta muriendo esa vieja, que busque ayuda.