El actor de ‘Nobody Wants This’, de 45 años, y su esposa, la actriz de ‘Gossip Girl’, de 38, fueron vistos por última vez en público en la entrega de los Globos de Oro el domingo (05.01.25), menos de dos días antes de que estallara el infierno de Los Ángeles.
Ahora han surgido fotografías que muestran su casa familiar reducida a una ruina humeante después de que el techo se quemara.
La pareja compró la casa en 2019 por 6.5 millones de dólares y vivía allí con sus dos hijos pequeños.
Su casa de 6.000 pies cuadrados contaba con cinco dormitorios y seis baños.
El jefe de bomberos de Los Ángeles ha anunciado que los incendios han dejado al menos dos muertos, y muchas víctimas con «heridas significativas».
El incendio de Palisades se declaró en la mañana del martes (07.01.25), impulsado por fuertes vientos, y provocó la evacuación de más de 30.000 personas.
Todo un tramo de casas en la playa a lo largo de la autopista de la costa del Pacífico se ha quemado hasta los cimientos.
El príncipe Harry, de 40 años, y Meghan Markle, de 43, propietarios de una mansión de 14 millones de dólares en Montecito (California), también han recibido órdenes de evacuación y es posible que les corten la luz de su casa.
La estrella de reality, Spencer Pratt, de 41 años, y su esposa Heidi Montag, de 38, vieron su casa totalmente destruida durante los incendios.
Una fuente dijo a TMZ que los habituales de ‘The Hills’ evacuaron a salvo su vecindario, pero su casa de Pacific Palisades «ardió hasta los cimientos».
El fuego comenzó el martes cerca de las 10:30 de la mañana y se extendió rápidamente por miles de hectáreas.
Según el gobernador de California, Gavin Newsom, la temporada de incendios -que no es «tradicional» en esta época del año- se ha convertido en «todo el año en el estado de California».
Los científicos se tomarán su tiempo para evaluar el papel que el cambio climático puede haber desempeñado en el incendio, que podría incluir la desecación del terreno o la disminución de la velocidad del viento.
Los científicos de World Weather Attribution han señalado que el cambio climático aumenta el tiempo cálido y seco en Estados Unidos, lo que deja la vegetación reseca y crea combustible para los incendios forestales.
