El actor Drake Bell provocó una gran preocupación la semana pasada al desaparecer misteriosamente, después de ser visto en los alrededores de un colegio de Daytona Beach (Florida) a bordo de su BMW de color blanco. Tras casi dos días de búsqueda por parte de las autoridades, que no dudaron en pedir ayuda a la ciudadanía para determinar su paradero, el propio intérprete regresó a las redes sociales para bromear sobre lo ocurrido, una vez confirmado que había sido hallado «sano y salvo», restando importancia al aparente dramatismo exhibido por la policía.
Se desconocen todavía los motivos o circunstancias de tan extraño suceso, del que algunos internautas aseguran que podría tratarse de una mera estratagema promocional del intérprete, conocido por sus muchas excentricidades. Lo cierto es que, cuando se cumple una semana de la reaparición mediática del artista, su todavía esposa, Janet Von Schmeling, ha interpuesto una demanda de divorcio para poner fin a cuatro años de azaroso matrimonio. La joven de 28 años ha citado «diferencias irreconciliables» como trasfondo de la decisión y ha revelado que la pareja llevaba separada desde el pasado septiembre, según los documentos judiciales obtenidos por el portal TMZ.
Von Schmeling pretende quedarse en exclusiva con la custodia del único hijo que se desprende de la relación, Wyatt, de dos años, y exigirá una pensión alimenticia para su retoño y manutención conyugal para ella. Asimismo, la actriz y modelo ha manifestado su deseo de que el antaño ídolo juvenil pueda visitar a su hijo de forma regular, lo que indica su objetivo de proteger emocionalmente al menor y también el aprecio que todavía profesa a su ex tras una década de relación y casi seis años de matrimonio.
Los primeros rumores sobre la aparente ruptura del matrimonio surgieron el pasado mes de enero, cuatro meses después de lo alega la intérprete en su escrito. El diciembre anterior, Bell había mostrado un comportamiento algo errático y perturbador en sus redes sociales, como cuando se grabó dentro de su coche mientras inhalaba el gas de unos globos. La imagen resultó especialmente inquietante viniendo de una persona que, en 2021, había sido condenado por abusar sexualmente de dos menores de edad. A principios de este año trascendió que el intérprete había ingresado en una clínica de rehabilitación para demostrar a su esposa su intención de cambiar y salvar su matrimonio, lo que finalmente no ha ocurrido.