Según informó la revista Vanity Fair, los ex novios mantuvieron una conversación final una semana antes del enlace real. De acuerdo con un asistente que pidió no ser identificado, Chelsea contactó telefónicamente al príncipe tras haber recibido la invitación a la ceremonia en la capilla St. George, pero no para el festejo íntimo que se realizó posteriormente en la mansión Frogmore House.
«Fue su última llamada, una despedida en la que ambos reconocieron que Harry había pasado la página», reveló la fuente, «Chelsy estaba tan sensible por la situación que la llevó hasta las lágrimas y casi no asiste a la boda. Finalmente fue y le prometió a Harry que no irrumpiría en la fiesta privada».
La rubia, natural de Bulawayo, Zimbabwe, fue foco de las miradas en la boda del príncipe con Meghan Markle cuando fue vista junto con la actriz británica Cressida Bonas, otra ex novia del hijo de Lady Di y el Príncipe Carlos.
Usuarios en las redes sociales no demoraron en comentar sobre el aspecto sombrío de Davy durante la ceremonia de matrimonio y algunos bromearon que su expresión era sinónimo de «esa debí haber sido yo».
En el año 2016, Davy reconoció al periódico The Times que había sido muy difícil para ella soportar el intenso escrutinio de los medios durante su noviazgo con el príncipe.
«Fue duro», se sinceró Davy. «Todo era demasiado: loco, miedoso e incomodo. Se me hacía muy difícil cuando las cosas no estaban bien. No lo podía superar. Yo era muy joven, intentaba tener una vida normal y fue realmente terrible».
La sudafricana también confesó que estar con un miembro de la realeza no es tan fácil como parece.
«No sé, pero creo que hay personas que lo hacen mejor que otras», y agregó que con Harry siempre serán buenos amigos.
La pareja tuvo una relación intermitente desde el año 2004 hasta el 2011.
Durante sus siete años de romance, la empresaria conoció a la reina Isabel II, fue al cumpleaños número 60 del príncipe Carlos y a la boda real del príncipe William y Kate Middleton. Muchos incluso llegaron a especular que ella eventualmente se convertiría en la esposa de Harry.
Sin embargo una cita a ciegas llevó a que el príncipe conociera a Meghan Markle, la mujer que efectivamente se convertiría en su esposa.
En noviembre del 2017, al poco tiempo de anunciar su compromiso con la protagonista de Suits, Harry dijo a la BBC que rápidamente de enamoró de la estadounidense tras haber sido presentados por un amigo en común.
«Fui gratamente sorprendido cuando ingresé a la habitación y la vi», recordó el nieto de Isabel II. «Me dije a mí mismo, voy a tener que poner lo mejor de mí».
Ese encuentro llevó a un viaje de cinco días en Botswana, donde la pareja logró conocerse mejor.
«El hecho de que me enamoré tan rápido de Meghan fue una confirmación para mí de que los astros estaban alineados», manifestó, «Esta hermosa mujer se tropezó y cayó en mi vida y yo en la de ella. Se que será increíblemente exitosa en la parte laboral de todo esto también».