En 2014, Sandra Bullock vivió una pesadilla dentro de su propia casa. Un acosador, llamado Joshua Corbett, intentó colarse en su mansión en Beverly Hills.
Primero tocó el timbre varias veces, y después intentó forzar la puerta de la terraza. La actriz, desesperada, se encerró en un armario y llamó a la policía para pedir ayuda.
El hombre fue arrestado por acoso y robo. Además, al allanar su casa encontraron dos docenas de armas de fuego y municiones no registradas, y un cuaderno en el que escribió su plan para atacar sexualmente a la actriz.
Sin embargo, al poco tiempo quedó en libertad porque llegó a un acuerdo con la Justicia. Tras pagar una fianza, le dieron 5 años de libertad condicional, y lo enviaron a un centro de salud mental para tratamiento.
La salida de Corbett de la cárcel preocupó mucho a Sandra, que inmediatamente pidió una orden de restricción de 180 metros, válida hasta el 2022.
Ciertamente, Sandra tenía razón en preocuparse. Esta semana, según reportó NBC, la policía de Los Angeles llegó a la puerta de la casa de Corbett con una orden de arresto, posiblemente causada porque el hombre no había asistido a una de las citaciones de la corte.
Cuando vio a las fuerzas policiales en la puerta, se encerró dentro de su casa, rehusándose a salir. Además, desde adentro amenazó con tener un arma, y dijo que si insistían, iba a empezar a disparar.
Después de 5 horas de negociación, y ante la negativa de Corbett de salir, la policía se vio obligada a entrar por la fuerza en la residencia, donde lo encontraron muerto. Según la autopsia, las heridas fueron autoprovocadas, pero no fueron por un disparo.