De todas las hermanas Kardashian, Kourtney fue sin duda la que más tardó en encontrar su vocación fuera del reality show de su familia: Kim tenía el maquillaje y la moda, Khloé el ejercicio físico y ella ha acabado convirtiéndose en una especie de gurú del bienestar al más puro estilo de Gwyneth Paltrow.
La celebridad ha probado todas las tendencias que arrasan en el confuso mercado del lifestyle o estilo de vida para compartir sus opiniones al respecto a través de su portal Poosh. La última de ellas la ha llevado a someterse a un “ayuno sexual” con su actual prometido Travis Barker para aumentar la llama de la pasión, y ella no duda en recomendarle la experiencia a cualquiera que quiera escucharla.
“Oh, Dios mío, fue una locura, pero al final hizo que todo mejorara. Es como cuando no puedes tomar cafeína: cuando bebes tu primer matcha, es maravilloso”, explicó Kourtney Kardashian en una nueva entrevista a Bustle. Desde luego, renunciar al sexo tuvo que resultar bastante difícil para la pareja, que se caracteriza por no ser capaz de quitarse las manos de encima durante sus apariciones públicas, y basta con echar un vistazo a las imágenes que comparten en Instagram para descubrirlo.