La cantante Katy Perry afronta una temporada llena de compromisos profesionales. Además de las responsabilidades ligadas a su condición de madre de la pequeña Daisy Dove, la intérprete ha regresado con entusiasmo al concurso cazatalentos ‘American Idol’ al tiempo que prepara una gira mundial con la que recuperar su trono en el mundo del pop. Tantas labores requieren que la artista se mantenga en un estado físico y mental óptimo, por lo que ha decidido alejarse completamente del alcohol durante un período inicial de tres meses.
La medida es resultado del «pacto» al que ha llegado con su afamado prometido, el actor Orlando Bloom, con el que todavía tiene una boda pendiente tras anunciar hace casi tres años su intención de casarse. Así lo ha revelado ella misma en el marco de una fiesta organizada por el mencionado programa de televisión, durante la cual Katy tuvo que echar mano de toda su fuerza de voluntad para no caer en la tentación y probar alguno de los deliciosos cócteles que se sirvieron en el evento.
Tras fingir un pequeño sollozo, la estrella del pop comentó a su compañero Luke Bryan que no podía acercar sus labios a ninguna copa. «Llevo cinco semanas completamente sobria… He hecho un pacto con mi novio porque quiero dejarlo», le dijo antes de matizar sus palabras y especificar que, en principio, su proceso de limpieza durará tres meses. «No puedo tomar nada. He hecho una promesa. Tres meses», señaló compungida pero contundente en una conversación que recoge la revista People.
Está claro que Katy no quiere decepcionar al padre de su pequeña, quien recientemente se deshizo en elogios hacia ella para revelar que el éxito de su historia de amor se basa en el respeto y la admiración mutuas. «Creo que la clave es que somos fans el uno del otro, ¿sabes a lo que me refiero? Lo que hace ella en ‘American Idol’ es empoderar a los músicos jóvenes, y también tiene tiempo para organizar un gran espectáculo en Las Vegas. Katy es una fuerza de la naturaleza. Los dos tenemos nuestras propias piscinas en las que queremos nadar, y cada uno reconoce la piscina del otro», señalaba el intérprete inglés.
Esa convivencia tan equilibrada, marcada por el apoyo y el afecto que ambos se profesan, supone un entorno ideal para la crianza de su niña, quien cumplirá su tercer año de vida este verano. «Está hermosa, crece a toda velocidad y lo hace grande, fuerte y sana. No podemos sentirnos más bendecidos», presumía Orlando sobre la adorable Daisy Dove.