Allá por 1999, Julia Roberts se convirtió en una de las primeras celebridades en pasearse por una red carpet luciendo sus axilas sin depilar en la premiere de la que se convertiría en una de sus comedias románticas más populares: Notting Hill, aunque desde entonces haya llovido mucho los alegatos en contra de los cánones de belleza tradicionales.
Fuera de eso, lo cierto es que ese día las imágenes de la novia de América y de su vello corporal dieron la vuelta al mundo. Ahora bien, para la veterana intérprete sería muy fácil alegar que era una adelantada a su tiempo, que quiso defender el derecho de la mujer a no depilarse si así lo desea, pero ella prefiere ser honesta y reconocer que ese no era precisamente el caso.
«La imagen de ese momento está grabada en mi mente», reconoció Julia a su paso por el programa de su compañera de profesión Busy Philipps, «Busy Tonight», sin poder evitar poner una mueca al recordar aquella aparición pública.
«No fue… Creo que no había calculado lo larga que sería la manga y que tendría que saludar, y cómo esa combinación funcionaría y revelaría ciertas partes de mi persona. No fue una declaración de intenciones como tal sino más bien parte de la declaración que hago como ser humano en este planeta», añadió.