El actor, de 51 años, saltó a la fama en la década de 1990 con papeles en éxitos de taquilla como ‘Gattaca’, pero cuando se le preguntó qué «lecciones» aprendió desde aquellos primeros días de éxito, admitió que le hubiera gustado darse cuenta entonces de que su personaje de celebridad es diferente del hombre que vive alejado de las cámaras.
Durante una entrevista con The Guardian, el actor señaló: «Probablemente habría levantado ese muro un poco antes. Habría intentado dejar en claro que ese hombre no era yo. Hubo un cierto personaje que se construyó sobre cosas que se escribieron sobre mí, pero no era yo, ese era otro tipo».
La estrella de ‘The Order’ – que tiene a Rafferty, Rudy, de 22 años, e Iris , de 24, con su ex esposa Sadie Frost, Sophia, de 15, con su ex Samantha Burke, Ada, de nueve, con Catherine Harding, así como dos hijos pequeños con su actual esposa Phillipa Coan – explicó que no está «interesado en promocionar» ni su vida personal ni sus creencias en estos días porque no quiere limitarse a sí mismo a una audiencia.
Dijo: “Una de las razones por las que no me interesa promocionar quién soy y lo que pienso es porque inhibe la oportunidad de que el público diga: ‘oh, él puede ser esto, él puede ser aquello'».
El actor de Hollywood también señaló que todavía tiene una visión «cariñosa» de la década en la que encontró la fama, y se siente «muy afortunado» de haber tenido esa edad en esa época.
Señaló: «Mi relación con los 90 fue como un veinteañero. Miro atrás con mucho cariño, pero los 20 son un campo de minas, te comparas con los demás, aprendes quién eres… Luego, claro, llegas a los 30 y dices, vale, ya puedo relajarme. Pero tuve mucha suerte de tener esa edad en esa década. Había mucho movimiento creativo».