Jennifer Aniston puede agradecer su carrera a su participación en Friends – 90%. A pesar de las primeras opiniones de los expertos y hasta de la propia productora, la serie de los noventa se convirtió en todo un fenómeno mundial que marcó a unas cuantas generaciones y marcó tendencia sobre cómo debían ser las historias de esa época. Sin embargo, como todo en esta vida, las cosas evolucionan, las nuevas generaciones llegan, y aquello que era tan infalible en el pasado se reconoce ahora como bastante defectuoso y hasta insensible. Para la actriz, no es extraño que las nuevas audiencias encuentren ofensivo el programa, pero también le recuerda que la comedia pasa por una crisis muy curiosa.
Hacer reír es un arte que no cualquiera puede dominar y existen distintas formas de hacerlo. Algunos abordan la crítica social, lo que permite hacer comentarios más generales, mientras que otros son extremadamente específicos, y unos más usan el ataque directo para causar burla a partir de una celebridad o un evento popular. En todos los casos, el público siempre se divide entre los que creen que es muy divertido y los que creen que es muy ofensivo. El asunto es que, antes de las redes sociales, este tipo de debate no era tan relevante; si no te gustaba cierto tono o estilo de comedia, simplemente lo ignorabas.
El rápido crecimiento de redes sociales y el que varios medios de comunicación toman todo como una noticia potencial, ha generado un contexto distinto en donde la queja ya no sólo es sobre la comedia, sino sobre su existencia como tal. El público ahora debate sobre si ciertas bromas deben desaparecer, incluyendo de libros, series y cintas de antaño, mientras que del otro lado están aquellos que consideran este movimiento una reacción exagerada que provoca que otros se quejen de cualquier cosa. Aquí es donde entre el famoso concepto de «generación de cristal» que supuestamente se ofende con todo, pero esa generación asegura que los ataques homofóbicos y misóginos simplemente no pueden ser punto de gracia.
Por este tipo de reacciones, el público mira hacia atrás a las series más populares de hace años, esas que ayudaron a definir las tendencias en comedia de su época. Algunas más recientes como The Big Bang Theory o How I Met Your Mother – 75% no pasan las pruebas más arduas, por lo que no se podía esperar que algo como Friends tuviera un mejor resultado. El programa protagonizado por estos seis amigos sobreviviendo en Nueva York tenía muchos chistes raciales, homofóbicos y gordofóbicos, pero también presentó avances importantes para la televisión abierta de la época, como mostrar la boda entre dos mujeres.
En algún punto, los actores de Friends han hablado mucho sobre estos chistes retrógradas. David Schwimmer asegura que en ese momento ya se sentían poco adecuados, pero no se comprendía del todo las ramificaciones ofensivas que podían tener. Para otros es simplemente una muestra de cómo eran las cosas, algo que no se puede negar y que no estaría bien ignorar o pretender que no existió. Ahora, Jennifer Aniston pone su granito de arena sobre este debate. En entrevista con AFP (vía Variety) para promocionar Misterio a la vista, la actriz explicó:
Ahora es un poco complicado porque hay que tener mucho cuidado, lo que lo hace muy difícil para los comediantes, porque la belleza de la comedia es que nos burlamos de nosotros mismos, nos burlamos de la vida. [Antes] podías bromear sobre alguien intolerante y reírte, eso era divertidísimo. Y se trataba de educar a la gente sobre lo ridícula que era esa gente. Y ahora no se nos permite hacer eso.
En este contexto, la actriz entiende por qué toda una generación mira con malos ojos la serie que marcó su vida, y aunque admite que algunas cosas debieron pensarse mejor, de todos modos cree que irse al extremo no es lo más saludable:
Existe toda una generación de personas, niños, que ahora vuelven a los episodios de ‘Friends’ y los encuentran ofensivos. Hubo cosas que nunca fueron intencionales y otras… bueno, deberíamos haberlo pensado mejor, pero no creo que existiera una sensibilidad como la que hay ahora.
¡Todo el mundo necesita diversión! ¡El mundo necesita humor! No podemos tomarnos a nosotros mismos demasiado en serio. Especialmente en Estados Unidos. Todos están demasiado divididos.
Las nuevas generaciones toman nota de este tipo de comedia para evitar repetirla, lo que también abre las puertas para creadores de otros orígenes más diversos, pero lo cierto es que el estilo no ha muerto, todavía existen comediantes de la vieja escuela que siguen vigentes y que no están cerca de desaparecer aunque algunos aseguren que «la generación de cristal» ya causó estragos.