Janet Jackson asegura que ser madre es «lo más importante» que ha hecho en su vida.
La cantante, de 58 años, es madre de su hijo Eissa Al Mana, de siete años, que tiene con su marido Wissam Al Mana, de 49, y ahora se ha sincerado sobre cómo el pequeño ha tenido un «hermoso impacto» en su vida.
Así lo contó a The Guardian: «Lo más importante que he hecho, lo más grande que he hecho, es convertirme en madre, y eso ha tenido un hermoso impacto en mi vida. Quería tener tres hijos, pero pensé: ‘Debería parar ahí, probablemente es todo lo que puedo aguantar’. Porque tienes que darlo todo de ti. Obviamente, tienes que trabajar, pero ya no eres lo primero. Tu vida cambia por completo. Y no lo cambiaría por nada».
Janet también dijo que trata de educar a su hijo de forma completamente diferente a como se hizo con ella, después de que la lanzaran a la fama a los ocho años cuando apareció en ‘The Carol Burnett Show’ con sus hermanos cantantes.
E indicó que su infancia y la de su hijo ya son «completamente diferentes», ya que ella trabajó y él no.
Continuó: «Quiero que viva la experiencia de ser un niño, porque esto no se repite. Eres adulto el resto de tu vida, así que quiero que disfrute de cada minuto que sea niño».
La estrella tuvo a su hijo el 3 de enero de 2017, a los 50 años, y añadió que le está transmitiendo valores y lecciones diferentes a las que recibió de sus padres Katherine Jackson, de 94 años, y su difunto padre Joe Jackson, de quien se dice que golpeó brutalmente y abusó verbalmente de sus hermanos mientras los llevaba a la fama y la fortuna.
Y asegura ser consciente como madre de «algunas cosas que desearía que sus padres hubieran hecho de otra manera», y añade: «Porque si lo hubieran hecho conmigo, habría sido mucho mejor para mí de niña».
A pesar de su dura educación, Janet dijo: «Lo odiaba de niña, pero ahora estoy agradecida. Tengo que dar crédito a mis padres por mantenerme con los pies en la tierra».