Dirigió la primera película de una de las mayores franquicias cinematográficas de la historia, pero la carrera de George Lucas detrás de cámaras pudo haber acabado perfectamente ahí. Tras el estreno de Star Wars: Una nueva esperanza, Lucas quedó como productor ejecutivo y encargó la realización de sus secuelas a otros cineastas. 15 años después volvería a intentarlo con las precuelas.
Para ello quiso contar con algunos de los mejores directores de la época. Sin embargo, ninguno de ellos aceptó según contó hace unos años Ron Howard.
«[George Lucas] no estaba necesariamente interesado en dirigilas. Me dijo que había hablado con Robert Zemeckis, Steven Spielberg y conmigo. Yo fui el tercero que preguntó. Todos le dijimos lo mismo: ‘George, deberías hacerla tú’. No creo que nadie quisiera continuar la serie en ese entonces. Era un honor, pero sería demasiado abrumador» – Declaraciones a Happy, Sad, Confused
Y así fue. Pese al poco bagaje en labores de dirección tras la primera película del universo Star Wars, Lucas se puso detrás de cámaras en La amenaza fantasma, repitiendo la tarea en El ataque de los clones y La venganza de los Sith. El resultado fue desigual, pero con el tiempo las películas se hicieron con el cariño de los fans, sirviendo de base para series de animación como Clone Wars.
Steven Spielberg ya fue considerado años atrás para dirigir un película de Star Wars. Concretamente El retorno del jedi, que terminó haciendo Richard Marquand. Aunque el director de Tiburón no fue el único cineasta que sonó para el Episodio VI, George Lucas también pensó en un joven David Lynch.
Los directores de Star Wars más recientes
Ron Howard, protagonista de esta noticia, terminaría cumpliendo su sueño de dirigir una película de la franquicia varios años después, cuando Lucasfilm le llamó para salvar los muebles de la estupenda Han Solo: Una historia de Star Wars. Rogue One: Una historia de Star Wars la dirigió Gareth Edwards, mientras que de las secuelas se encargaron J.J. Abrams y Rian Johnson.