Los representantes principales de SAG-AFTRA y la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), anunciaron mediante un comunicado (vía Variety) que tienen programado volver a las negociaciones el lunes 2 de octubre, tras la resolución provisional que obtuvo el Writers Guild of America (WGA), luego de una huelga de 146 días que tuvo un impacto considerable en la industria cinematográfica, pues se vio afectada la taquilla global y el ciclo de festivales de cine de otoño. Además de que algunos actores y actrices evitaron dar promoción de los estrenos recientes como un modo de solidarizarse con la causa.
La resolución de la huelga de WGA trajo un respiro tanto a la comunidad creativa como a las empresas, y las negociaciones entre Crabtree Ireland y los altos ejecutivos de Hollywood, quien junto a Fran Drescher, la presidenta del sindicato, volverán a apelar por los intereses de los trabajadores de la industria cinematográfica frente a los productores.
Desde la declaración de la huelga el 14 de julio por parte de SAG-AFTRA, un sindicato con aproximadamente 160.000 miembros, no se han reanudado negociaciones con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP, por sus siglas en inglés). Durante este período, varios proyectos cinematográficos y televisivos se vieron afectados. Algunos hicieron acuerdos interinos con SAG-AFTRA para continuar las producciones o permitir la participación de algunas personalidades en promociones.
El impacto de la huelga se manifestó en eventos de alto perfil como los festivales de cine de Venecia, Telluride y Toronto, que se convirtieron prácticamente en «ciudades fantasma», ya que a las estrellas se les prohibió difundir trabajos realizados por empresas afectadas por la huelga. Algunas producciones que pudieron seguir adelante incluyen Ferrari – 47% de Michael Man, Priscilla – 90% de Sofia Coppola y The Iron Claw protagonizada por Zac Efron y Jeremy Allen White.
Mientras Crabtree-Ireland y Drescher han expresado un fuerte deseo de retomar las negociaciones, SAG-AFTRA ha estado enfrentando también otros desafíos relacionados con la huelga, incluido un voto a favor de cesar el trabajo en 10 empresas principales de videojuegos. El retorno a las negociaciones es crucial, pues afecta a múltiples facetas de la industria del entretenimiento y plantea importantes cuestiones sobre compensaciones, derechos y la integración de nuevas tecnologías.
Una huelga histórica
La huelga de 2023 es el primer paro de actores desde 1980, coincidiendo con la huelga de guionistas durante el mismo año y marcando la mayor interrupción en la industria del entretenimiento desde la pandemia de COVID-19. Los actores y escritores están frustrados por las políticas de los estudios respecto a las ganancias por servicios de streaming y el uso de IA. La huelga del Sindicato de Escritores en 2007-08 fue un precedente importante, motivada por disputas similares sobre las ganabcias por de transmisión.
SAG-AFTRA, representando a unos 160.000 profesionales del entretenimiento, se formó en 2012 fusionando SAG y AFTRA. En junio, la DGA evitó una triple huelga acorde con los estudios. Antes del paro, las negociaciones contractuales se centraron en la equidad económica, residuos, regulación de IA y condiciones laborales. A pesar de la autorización de huelga aprobada, hubo esfuerzos hasta el último minuto para evitarla, incluida la intervención de un mediador federal, pero fracasaron.
El conflicto se intensificó con declaraciones públicas de ambas partes y actores de alto perfil apoyando la huelga. Las repercusiones internacionales son significativas, con ciertas producciones continuando en el Reino Unido bajo acuerdos preexistentes.