Si bien la vida de Lisa Marie Presley , quien murió este jueves víctima de un paro cardíaco, tuvo etapas de felicidad, también quedó marcada por la tragedia. Primero por la muerte de su papá, Elvis Presley, cuando ella tenía nueve años y después por el fallecimiento repentino de su hijo, Benjamin Keough, a los 27 años.
El nieto del llamado Rey del Rock fue encontrado sin vida el 12 de julio de 2020 en su casa de Calabasas, California a causa de una herida de bala autoinflingida.
¿De qué murió Benjamín?
A lo largo de su vida, Ben manejó un perfil bajo, al igual que su papá. Era músico y participó en algunas películas con papeles pequeños. Asimismo, mantenía un gran parecido con su abuelo y Lisa Marie lo comentó en alguna ocasión:
“Ben se parece mucho a Elvis. Todo el mundo le pide una foto porque es asombroso el parecido».
Tres días después de su muerte, la oficina del médico forense del condado de Los Ángeles, California, amplió la información de su muerte a los medios internacionales y explicó que, de acuerdo con la autopsia, el joven de 27 años murió a causa de una «herida de escopeta intraoral».
Es decir, que colocó el arma en su boca y apretó el gatillo para arrebatarse la vida. Trascendió que luego de llegar a su casa, los agentes encontraron el cuerpo sin vida de Benjamin desplomado junto al inodoro; un escalofriante eco de la muerte de Elvis Presley el 16 de agosto de 1977.
Benjamin peleó con su novia y se encerró en el baño
Según los reportes, Keough entró al baño después de una pelea que tuvo con su novia y se disparó. Debido a esto, su pareja Diana Pinto, se percató de los hechos y llamó a la policía.
Diez días después de la tragedia, su abuela, Priscilla Presley, rompió el silencio al compartir un sentido mensaje en sus redes sociales para despedirlo, confesando abiertamente el tormento por el que atravesaba la familia.
“Estos son algunos de los días más oscuros de mi vida familiar. El shock de perder a Ben ha sido devastador. Tratar de juntar las piezas de todos los posibles por qué, ha penetrado en mi alma. Cada día que me despierto rezo para que esto mejore. Entonces, pienso en mi hija y en el dolor que está pasando como buena madre”, escribió.