El cantante James Morrison (39) atraviesa un momento muy duro, que le ha llevado a cancelar todos sus compromisos profesionales. El pasado 5 de enero, el artista británico encontró el cadáver de su esposa, Gill Catchpole, a su llegada a casa. La también madre de sus dos hijas se había quitado la vida y, para ello, decidió ahorcarse. Para la identificación del cuerpo, hubo que recurrir al permiso de conducir de la fallecida y a la colaboración de numerosos familiares y amigos.
La muerte de Catchpole, de 45 años, se produjo solo unos días después de que la policía recibiera una llamada alertando sobre su «preocupante» estado anímico, señala el diario Daily Mail. Pocas horas antes de que los paramédicos confirmaran su deceso a las 9:37 de la mañana, un amigo de la pareja se había puesto en contacto con el artista para avisarle de que su mujer no atendía el teléfono. Invadido por una comprensible angustia, el intérprete volvió inmediatamente a su domicilio, demasiado tarde para evitar la tragedia.
Las autoridades han señalado que no hay indicios de delito en lo ocurrido. Sin embargo el forense encargado de la investigación, Roland Wooderson, ha pedido un aplazamiento en su comparecencia ante el juez, a la espera de recabar más datos procedentes del informe toxicológico. En cualquier caso, este facultativo apunta como causa provisional de la muerte la «suspensión por ligadura», esto es, por ahorcamiento.
Fuentes del entorno de la familia han subrayado que Morrison y sus dos hijas, Elsie (15 años) y Ada-Rose (5), se encuentran profundamente devastados por el impactante suceso, y han pedido que se respete su intimidad en estos momentos tan dolorosos. El aparente suicidio de su esposa es el último eslabón de una larga cadena de desgracias familiares para James Morrison, quien perdió a su padre en 2010 y, poco después, a su hermano mayor e incluso a un sobrino.
«En el espacio de tres años, me quedé sin mi padre, Paul, sin mi hermano Alexis, que tenía 43 años, y a mi sobrino Callum, que sólo tenía 21. Alexis y Callum murieron con un año de diferencia entre ellos. Después de la muerte de mi padre, fue descorazonador empezar a perder a las siguientes generaciones», se sinceraba Morrison en una entrevista al Daily Mail, en el año 2015.