Demi Moore se sintió «liberada» tras rodar su última película.
La actriz de 61 años interpreta a una instructora de fitness que se somete a un misterioso plan médico que promete crear la versión perfecta de sí misma en la película de terror corporal ‘The Substance’, y la historia le hizo enfrentarse a sus propios «juicios» sobre sí misma y a unos estándares de belleza poco realistas.
En declaraciones a la revista británica HELLO!, la estrella señaló: «No sé si cambió mi perspectiva, creo que fue un reflejo de los cánones de belleza que se han impuesto. Es mucho de lo que nosotras, como mujeres, hemos aceptado, con la idea de que al envejecer, eres marginada o menos deseable o menos valiosa. No creo que sea necesariamente la verdad, pero creo que existe una conciencia colectiva. Hacer esta película me permitió analizar los juicios que me hacía a mí misma, en los que me imponía unos estándares que no eran necesariamente realistas, frente a la belleza de centrarme y celebrar todo lo que soy, frente a centrarme en todo lo que no soy. Siento que he salido de esta experiencia un poco más liberada».
Y Demi se sintió orgullosa de haber cambiado la perspectiva de al menos una persona cuando vio la película.
Dijo: «Una azafata se me acercó en un avión y me dijo: ‘Vi tu película, estuviste genial’. Pero lo que dijo que era más importante fue: ‘Realmente me hizo parar y mirar lo que me estaba haciendo a mí misma y cambiar por completo la dureza con la que estaba, haciendo dieta y todas estas cosas’. Sentí que ése fue el mayor regalo que podía haber recibido de esto, saber que ha marcado una diferencia en la forma en que alguien se ve a sí mismo. Si puede traducirse a un nivel más profundo, eso es lo que esperas».