La disputa legal entre Gina Carano y Disney está a punto de intensificarse, ya que una jueza federal ha decidido que la demanda de la actriz contra Disney y Lucasfilm no será desestimada, lo que implica que el caso podría llegar a juicio, según información de The Hollywood Reporter.
La polémica demanda de Gina Carano contra Disney
Carano, conocida por su papel en The Mandalorian , fue despedida en 2021 tras una serie de publicaciones en redes sociales que Disney y Lucasfilm consideraron como ofensivas y que denigraban a personas basadas en sus identidades culturales y religiosas. La compañía describió las publicaciones como “repugnantes e inaceptables,” citando una incompatibilidad con los valores de la empresa.
La actriz, respaldada por Elon Musk a través de su empresa X, demandó a Disney, alegando que su despido fue en realidad una represalia por sus opiniones políticas conservadoras. La demanda sostiene que Carano fue castigada por sus creencias, no por sus acciones específicas en redes sociales.
Disney ha defendido su posición argumentando que tiene el derecho constitucional de elegir a empleados que se alineen con sus valores corporativos, basándose en el precedente establecido por el caso Boy Scouts of America v. Dale. En ese caso, la Corte Suprema protegió la decisión de la organización de despedir a un asistente scoutmaster abiertamente gay, argumentando que tal decisión estaba respaldada por la Constitución.
No obstante, la jueza Sherilyn Peace Garnett ha señalado que Disney no ha proporcionado pruebas suficientes que demuestren que su contratación de actores está destinada a promover ciertos valores como el respeto y la inclusión. Garnett cuestionó si el despido de Carano realmente impactó estos valores corporativos de manera significativa, lo que debilita el argumento de Disney sobre la protección constitucional.
¿Qué sigue en este pleito legal?
El próximo paso en este conflicto legal es incierto. La demanda podría ir a juicio, donde se examinarán más a fondo los argumentos de ambas partes, o las partes podrían llegar a un acuerdo antes de que el caso llegue a los tribunales.
Este enfrentamiento pone de relieve las tensiones entre la libertad de expresión y los derechos de las empresas para tomar decisiones basadas en sus valores. La resolución de este caso podría sentar un importante precedente en la industria del entretenimiento, afectando cómo se manejan las disputas similares en el futuro.