El alcalde de Río de Janeiro entregó la llave de la ciudad al monarca del Carnaval el viernes, dando inicio al reinado de cinco días del Rey Momo sobre las festividades.
“No me llamen. Llamen al Rey Momo hasta que llegue el Miércoles de Ceniza”, declaró el alcalde Eduardo Paes, vestido con pantalones cortos y un sombrero panameño, a los asistentes al Carnaval mientras los bateristas y miembros veteranos de las escuelas de samba locales celebraban y cantaban canciones tradicionales. “Deberían venir por este tipo. Él se encargará de todo”.
El mandato de Momo es simbólico de una sociedad que se pone patas arriba durante el Carnaval. Su papel está inspirado en la mitología griega. Momus es la personificación de la sátira, la burla y la irreverencia.
El Momo de este año es Kaio Mackenzie, de 28 años, de la comunidad trabajadora de Mangueira. La reina y las princesas del Carnaval de Río se unieron a él, bailando al ritmo de la música samba mientras sostenían la llave de la ciudad en alto y el confeti caía sobre ellos.
Algunas fiestas callejeras ya han estado recorriendo las calles de Río en la antesala del Carnaval, pero las celebraciones de cinco días verán casi 500 fiestas autorizadas por la ciudad. Hay docenas más de fiestas informales que se están llevando a cabo.
El viernes por la tarde, una de las fiestas callejeras más tradicionales de Río, Carmelitas, tuvo lugar en el barrio de Santa Teresa, en la cima de una colina.
Las 12 mejores escuelas de samba de la ciudad presentarán sus desfiles de Carnaval en el Sambódromo de la ciudad entre el domingo y el martes.
