El pasado verano, la cantante Britney Spears y su entonces marido Sam Asghari sorprendían al mundo con la noticia de su separación, sólo un año después de su boda. La iniciativa a la hora de emprender los trámites del divorcio fue del joven actor y bailarín, quien citó «diferencias irreconciliables» con su todavía esposa para justificar su decisión, al tiempo que pedía a los medios que se respetara su intimidad y la de su exmujer en esos tiempos tan difíciles.
Ahora, a través de su cuenta de Instagram, la princesa del pop ha admitido públicamente que le resulta «extraño» estar de nuevo en la soltería, tras casi siete años de romance con Asghari. Asimismo, la diva se ha vuelto a sincerar sobre sus ya conocidas inseguridades, a las que ha atribuido su gusto por la rutina y su «miedo» a embarcarse en proyectos artísticos o personales que puedan suponer un riesgo.
«Es tan extraño estar soltera», ha escrito en su espacio personal antes de «echar la vista atrás» para rememorar «todo lo bueno y malo» de su fallida unión matrimonial. Sin embargo, de cara al año que está por entrar, Britney iniciará una serie de cambios para enterrar una vida contemplativa que ya no le satisface, lo que algunos fans han interpretado como un signo de que volverá a la escena musical más pronto que tarde.
«Voy a cambiar todo esto, definitivamente. Necesito tomarme tiempo para parar, mirar alrededor y autoevaluarme. Y preguntarme: ¿es esto bueno para mí? Honestamente, estoy aburrida pero también me dan miedo muchas cosas», ha comunicado a sus fans tras reconocer que a veces es muy dura consigo misma. «Me he dado cuenta de que no me hablo demasiado bien a mí misma. Se me manipula con facilidad y siempre hago las cosas de corazón», señala.
La intérprete de 42 años sigue sin pronunciarse públicamente sobre su padre, Jamie Spears, con el que mantiene una relación muy tensa desde que, hace 15 años, éste empezó a dirigir la ya extinta tutela judicial que pesaba sobre la artista. No obstante, en los últimos meses Britney ha escenificado su reconciliación con otros miembros de su familia, como su madre Lynne o sus hermanos Bryan y Jamie Lynn, a los que hasta hace poco acusaba de ser cómplices de los supuestos desmanes e irregularidades cometidos por su padre.
Sin embargo, en su más reciente mensaje de Instagram, la intérprete ha querido subrayar que no volverá a dejarse controlar por nadie. «La forma en la que vivo mi vida es mía. Ha habido tanta gente que ha interferido en ella. Pero es genial haber aprendido que está bien ser egoísta con mi vida y con la manera en que la disfruto», ha resaltado en un claro ejercicio de autoafirmación.