La famosa cantante, Britney Spears, se opuso en 2014 a que su padre Jamie Spears continuará como su tutor legal, para lo que invocó sus problemas con el alcohol y un control excesivo, según una exclusiva publicada este martes por The New York Times.
El diario reveló una serie de informes judiciales inéditos horas antes de que la cantante estadounidense comparezca este miércoles en un juzgado de Los Ángeles que decidirá el futuro de la figura legal que controla todas las decisiones de su vida desde hace 13 años.
Spears hablará ante con el juez a través de una videollamada. La última vez que Spears lo hizo fue en marzo de 2019, pero el tribunal estaba cerrado al público y su testimonio fue privado.
En 2014, el abogado de Spears, Samuel Ingham, afirmó que la artista tenía miedo a su padre y quería sacarlo completamente de la tutela.
Dos años más tarde, otro informe indicó que ella sentía que la tutela se había convertido «en una herramienta opresiva y controladora en su contra» y que, según palabras de Spears, el sistema tenía «demasiado, demasiado control».
Entre las revelaciones publicadas por medio llama la atención que Spears solo recibiera una paga semanal de 2.000 dólares cuando protagonizaba un espectáculo fijo en Las Vegas que vendía millones en entradas. Su fortuna actual se estima en 60 millones de dólares.
El diario asegura que el control de su padre, Jamie Spears, es tal que incluso prohibió que renovara su cocina por considerar que era algo demasiado caro.
Aunado a esto, Spears era sometida a pruebas de detección de drogas varias veces en una misma semana. Esta actitud de control sobre ella, hizo que Britney tuviera miedo de la tutela, pues si cometía cualquier error, las consecuencias solían ser «muy duras».
El investigador agregó que la corte le debería de permitir un «camino a la independencia y la eventual finalización de la tutela».
Se desconoce si la audiencia de este miércoles se organizará bajo el mismo hermetismo y cuales son las peticiones que la cantante expondrá en su intervención.
A principios de año, la corte judicial estipuló que el padre no será el único tutor legal y deberá compartir todas las decisiones con un fondo de inversión elegido por Spears.
Por su parte, la abogada del padre de la cantante, Vivian Lee Thoreen, dijo que su voluntad es terminar con la tutela legal en cuanto se den las condiciones. «Si quiere terminarla, puede registrar una petición», afirmó en una entrevista con la CNN.
Thoreen defendió el papel de su cliente al decir que la preocupación externa sobre el bienestar de la cantante se encuentra fuera de lugar.
El año pasado, Spears comenzó el proceso legal para retirar a su padre, Jamie Spears, del manejo de asuntos personales que van desde su atención médica hasta quién visita su mansión en las afueras de Los Ángeles, donde vive con su novio Sam Asghari.
La cantante accedió a que su padre se convirtiera en su tutor legal en 2008, un periodo marcado por un comportamiento errático en el que fue ingresada en un psiquiátrico y perdió la custodia de sus dos hijos. Tiempo después la artista se rehabilitó, lanzó nuevos discos al mercado y protagonizó uno de los espectáculos más vistos de Las Vegas, pero la tutela nunca fue revocada.
La cantante aseguró que no volverá a actuar hasta que su padre abandone el control de su vida. Miles de seguidores de la estrella del pop se manifiestan periódicamente con el lema #FreeBritney (Libertad para Britney) y cuyo interés mediático aumentó tras el estreno del documental Framing Britney, elaborado por The New York Times.