La superestrella del pop de 43 años -que tiene tres hijos con su marido, el rapero Jay Z,- se esfuerza por proteger la intimidad de su familia y confesó que desaparece de los focos cada vez que no tiene un proyecto de trabajo que promocionar porque no sacrificará su «paz» por ninguna cantidad de dinero.
Así lo declaró a la revista GQ: «Algo en lo que he trabajado muy duro es en asegurarme de que mis hijos puedan tener la mayor normalidad y privacidad posible, asegurándome de que mi vida personal no se convierta en una marca. Es muy fácil para los famosos convertir nuestras vidas en un espectáculo. He hecho un esfuerzo extremo por mantenerme fiel a mis límites y protegerme a mí y a mi familia. Ninguna cantidad de dinero vale mi paz».
La cantante añadió que encuentra consuelo haciendo música y lanzando su marca de whisky SirDavis, pero que ser famosa es difícil de sobrellevar.
Beyoncé explicó: «Trabajar en la música de ‘Cowboy Carter’ y lanzar este nuevo y emocionante proyecto de bebidas no se siente ni como una prisión ni como una carga. De hecho, sólo trabajo en lo que me libera. Es la fama lo que a veces puede parecer una prisión. Así que cuando no me ven en las alfombras rojas, y cuando desaparezco hasta que tengo arte que compartir, es por eso».
Beyoncé también insistió en que organiza su horario de trabajo en torno a sus hijos -Blue Ivy, de 12 años, y los gemelos de seis, Rumi y Sir- para asegurarse de pasar el mayor tiempo posible con ellos.
E indicó: «Adapto mi horario de trabajo a mi familia. Intento salir de gira sólo cuando mis hijos no están en el colegio. Siempre he soñado con una vida en la que pudiera ver mundo con mi familia y exponerla a diferentes idiomas, arquitectura y estilos de vida. Criar a tres hijos no es fácil. Cuanto más crecen, más se convierten en individuos con sus propias necesidades, aficiones y vida social. Mis gemelos son un regalo de Dios. Ser padre te enseña constantemente sobre ti mismo. Requiere mucha oración y paciencia. A mí me encanta. Es enraizante y gratificante. Mis hijos me acompañan a todas partes. Vienen a mi oficina después del colegio y están en el estudio conmigo. Están en los ensayos de danza…».