La cantante de pop, de 31 años, saltó a la fama siendo adolescente cuando asumió el papel de Cat Valentine en la comedia de Nickelodeon, ‘Victorious’, a finales de la década de 2000 y, aunque le «encantó» aquella época, necesitó «apoyo» para superar todo lo vivido.
En declaraciones al programa ‘Arts Hour’ de la BBC World Service: «Estar en esta industria, ya sea de niña o de adulta, es un equilibrio entre sobrevivir y prosperar. Hay tantas cosas bonitas que conlleva ser actor e intérprete, y recuerdo haberme enamorado de mi personaje y que eso fuera un regalo para mi vida. Interpretar a Cat Valentine fue mi primera experiencia de perderme por completo en un personaje, me encantó. Mi mejor amiga Liz Gillies tuvo la misma experiencia con Jade, su personaje [en ‘Victorious’]. Aprendimos muchas cosas bonitas. Pero creo que en esta industria necesitas ese apoyo. Todo en él es bastante extraño y ajeno. Incluso la experiencia de actuar en sí misma, no eres tú mismo. Es algo muy extraño. Trabajar como un adulto siendo un niño también es una adaptación. Estudiar en una habitación minúscula y tener que hacer ciertos exámenes para graduarte antes y poder trabajar antes como adulto. Son decisiones que tomamos. Pero definitivamente, creo, esta industria debería ser un lugar más cuidadoso para los niños, para los adultos, para cualquiera».
La estrella de ‘Wicked’ -cuyos comentarios llegan después de que el ex ejecutivo de Nickelodeon, Dan Schenider, se enfrentara a acusaciones de crear un ambiente de trabajo tóxico para los niños actores en el documental ‘Quiet On Set’- admitió que le «preocupan» aquellos en la industria que carecen de «apoyo» y quiere ayudar a crear un cambio en el futuro.
Dijo: «Me preocupan los que no tienen ese apoyo y es algo en lo que espero que podamos ser parte positiva de ese cambio juntos hablando de ello».