El Juzgado de Primera Instancia número 74 de Madrid ha condenado a Alejandro Sanz a pagar 5,4 millones de euros a su exrepresentante, Rosa Lagarrigue, propietaria de la firma de managament RLM, que lleva o ha llevado las carreras de otros grandes artistas españoles como Miguel Bosé, Mecano (después con Ana Torroja), Raphael, Malú o Rozalén.
Ambos firmaron un contrato en 2014 que los comprometía hasta este 2019, pero Alejandro Sanz lo rompió de forma «unilateral» en 2016, después de que una auditoría promovida por él mismo descubriera unas presuntas irregularidades en la gestión de RLM. Lagarrigue no sólo desmintió tajantemente cualquier descuadre en las cuentas de su agencia, sino que además aseguró que no se produjo ninguna auditoría. En 2017 procedió a demandar al artista, con quien llevaba trabajando desde el comienzo de su carrera, solicitando una compensación de cerca de ocho millones de euros por incumplimiento de contrato.
Sentencia recurrible
Sanz se sentó en el banquillo de los acusados para declarar el 31 de julio, y este lunes ha conocido que la sentencia le ha sido desfavorable, aunque le queda la opción de recurrir. Al no haber aún sentencia firme, Lagarrigue declinó este lunes hacer declaraciones .
Conocida en el mundillo discográfico por ser una representante con una enorme capacidad de influencia -«es la más poderosa del gremio en España, y puede ser temible», dice una fuente que trabajó con ella-, aseguró tras poner la demanda que este conflicto judicial «ha sido lo más triste» de su vida profesional. «Yo empecé con Alejandro desde cero cuando era un joven de Moratalaz y mira dónde llegó. Pero para mí es complicado hablar porque hay problemas muy serios de por medio. Y tampoco tengo una explicación. La ruptura fue completamente unilateral y con contrato vigente, es decir, que ni fue hablada ni consensuada. Lo que es muy doloroso».
El caso es similar al de Miguel Bosé, que rompió con RLM y Rosa Lagarrigue en 2014, después de una relación laboral de más de 35 años. Tres años después, en 2017, fue Malú -quien mantiene una estrecha relación de amistad con Alejandro Sanz- quien finiquitó, «sin malos rollos», su relación con RLM, porque quería «formar un equipo propio y tomar las riendas».
Tras la ruptura con Lagarrigue, Sanz contrató como mánager a Juan Carlos Chaves, un ejecutivo de Prisa Radio con tres décadas de experiencia como directivo de las emisoras musicales. Pero desde julio de 2017 trabaja con Mow Management, agencia de Óscar García Blesa, extrabajador de Warner Music y autor de su biografía autorizada «#VIVE».
El verano del desamor
Este verano ha sido especialmente ajetreado para Alejandro Sanz, que también se está separando de su esposa, Raquel Perera, quien además fue su jefa de producto hace años trabajando mano a mano con Lagarrigue. Hace menos de una semana, la revista «Corazón» llevaba a portada la exclusiva mundial de la nueva pareja del cantante: se trata de Rachael Valdés, una artista plástica y modelo cubana de 30 años de edad.
Jajajaja corazón partío