La banda inglesa de pop alternativo Coldplay ha quedado en el ojo del huracán ante sus fans después de anunciar, la semana pasada, una asociación con la compañía petrolera finlandesa Neste para reducir a la mitad las emisiones de sus giras.
Los británicos, uno de los actos musicales más taquilleros del mundo, fueron calificados como “idiotas útiles” por prestarse para hacer “greenwashing” (lavado verde) a una compañía que pese a venderse como el mayor productor mundial de biocombustibles sostenibles del mundo, contrata a proveedores de aceite de palma que han talado al menos 10 mil hectáreas de bosque en países como Indonesia y Malasia entre 2019 y 2020.
Así lo mostró un estudio de la ONG “Amigos de la Tierra” y otros grupos activistas como “Trasporte y Medio Ambiente” (T&E), que han expresado sus reservas frente al acuerdo establecido entre la petrolera y la banda de pop.
“Neste está usando cínicamente a Coldplay para lavar su reputación y mostrarse como una empresa verde. Esta es una empresa que está vinculada al tipo de deforestación que horrorizaría a Chris Martin y sus fans. No es demasiado tarde, deberían abandonar su asociación con Neste ahora y centrarse en soluciones verdaderamente limpias”, afirmó Carlos Calvo Ambel, director sénior del grupo de campaña de (T&E).
“El compromiso de Coldplay de reducir sus emisiones es sin duda bien intencionado. Pero asociarse con una empresa vinculada a la deforestación los convierte en idiotas útiles para el lavado verde”, agregó Ambel.
El galardonado grupo de rock anunció sus planes para reducir su huella en las giras después de que Martin aceptara que una “reacción violenta” contra su récord de emisiones estaba justificada en una entrevista de la BBC el año pasado.
Por eso implementaron políticas como la de plantar un árbol por cada boleto vendido en la gira mundial actual, que incluye una pista de baile cinética y otras características verdes.
“Cuando anunciamos esta gira, dijimos que haríamos todo lo posible para que fuera lo más sostenible y con un bajo impacto de carbono posible, pero que sería un trabajo en progreso. Eso sigue siendo cierto. No pretendemos haberlo hecho todo bien todavía”, dijo la banda en un comunicado de prensa.
Sobre el caso de Neste dijeron que antes de designarlo como su proveedor de biocombustibles recibieron una garantía de que no utilizan materiales vírgenes en su producción, especialmente el aceite de palma.
“Entendemos que usan solo productos de desecho renovables, como aceite de cocina y subproductos de la fabricación de pulpa de madera”, precisa el comunicado.
Por su parte, Hanna Leijala, vocera de Neste, insistió en que la firma “no acepta ninguna violación de la sustentabilidad en nuestras propias operaciones”.
“Para nuestra colaboración con Coldplay, el aceite de palma convencional no se usó como materia prima”, dijo, y agregó: “Neste planea reducir la participación del aceite de palma convencional al 0% de sus insumos globales de materias primas renovables para fines de 2023″.
En la actualidad, el aceite de palma crudo representa el 7% de los insumos de combustible de la empresa. Su combustible para aviones se mezcla a partir de aceite de cocina usado, grasas animales y otros desechos y residuos.
Pero Neste se negó a decir qué porcentaje de la mezcla de combustible para aviones está compuesto por destilados de ácidos grasos de palma (PFAD), citando “razones contractuales y competitivas”. Los PFAD se consideran un subproducto de la refinación del aceite de palma en el Reino Unido, Alemania y la mayoría de los países de la Unión Europea, pero no en Finlandia.
T&E argumenta que es “dudoso” considerar el aceite de cocina usado como sostenible cuando los estudios sugieren que la mayoría de los suministros de la Unión Europea son importaciones de países como Indonesia, Malasia y China. Los precios más altos de la Unión Europea para el aceite de cocina usado incentivan la adulteración y los auditores de la Unión Europea han criticado la capacidad de Europa para verificar el origen de estas importaciones.
El uso de grasas animales también plantea dudas sobre las emisiones de metano agrícola, ya que la mayoría de las grasas provienen de la agricultura industrial , dice T&E.
La gira mundial de Coldplay también ha sido criticada por colaborar con BMW , que proporciona 40 baterías recargables para vehículos eléctricos para alimentar los espectáculos.
“Coldplay ha sido engañado”, dijo Eoin Dubsky, gerente senior de campaña de Sum Of Us. “BMW está presionando para evitar que la UE establezca una fecha límite de 2035 para que los vehículos sean solo de cero emisiones y están usando a Coldplay para mejorar su imagen”.
El comunicado de la banda decía que se habían acercado a otros fabricantes de automóviles eléctricos, pero “BMW fueron los que se ofrecieron a ayudar”.
“No tenemos conexión ni influencia en sus políticas corporativas”, continuó el comunicado. “Solo necesitamos sus baterías para poder alimentar nuestros espectáculos con energía renovable”.
“Estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo, y siempre agradecemos genuinamente las sugerencias sobre cómo hacerlo mejor”, dijo la banda.
Dubsky simpatizaba con su situación. “No muchas bandas de rock contratan a un consultor de sostenibilidad, así que hay que darles crédito”, dijo. “Pero creo que deberían tener más cuidado al hacer su debida diligencia”, agregó.