Mila Kunis casada desde hace casi una década con Ashton Kutcher, también de 41, nació en Ucrania y emigró a Los Ángeles cuando tenía ocho años.
Ahora la estrella ha revelado en una entrevista con la escritora y activista Noa Tishby, de 49 años, con quien se reunió para la segunda noche de Hanukkah el 26 de diciembre -y para destacar la campaña #BringOnTheLight de la autora a favor del judaísmo-, cómo le ordenaron que no hablara de su fe mientras crecía.
Dijo: «Siempre supe que era judía, pero me dijeron que nunca hablara de ello».
Cuando Noa le preguntó por qué le habían ordenado guardar silencio sobre su fe, Mila añadió que estaba en un «país que no permitía la religión».
Y continuó: «Me crié culturalmente judía, así que para mí es una cultura, y tuve hijos, y ellos se identifican mucho con el aspecto religioso».
Mila tiene a su hija Wyatt Isabelle, de 10 años, y a su hijo Dimitri Portwood, de ocho, con Ashton, y celebra Shabbos y fiestas judías con ellos.
También dijo que Ashton es parte de su religión «por elección», añadiendo: «Me enamoré de mi religión porque él me la explicó».
Mila añadió que, debido a su educación judía, la comida desempeña un papel muy importante en su forma de abordar la maternidad.
Señaló: «Tengo miedo a no tener suficiente comida. Miedo a que alguien pase hambre. Lo peor que me pueden decir mis hijos es: ‘Tengo hambre’. La comida lo arregla todo. ¿Estás cansado? Come algo. ¿Estás de mal humor? Come algo. Una persona del sector salud dirá que esto no es saludable y que estamos haciendo algo mal, y lo entiendo. Estoy trabajando en ello. Pero es algo que está incrustado en mí».
Mila también admitió que está cargada de «culpa» desde su juventud debido a su fe, añadiendo: «Me criaron con mucha culpa. Todo el tiempo. Quiero decir, superstición y culpa».
