Bindi Irwin es la hija del conocido Cazador de Cocodrilos -quien murió cuando una raya lo atacó mientras grababa un documental-. La joven, de 24 años, siguió los pasos de su papá al enamorarse de los animales; de hecho, dirige un zoológico en Australia.
No obstante, Irwin se alejó de sus labores animalistas para sincerarse sobre su estado de salud. Mediante una publicación en redes sociales, reveló que ha luchado durante diez años contra «la fatiga insuperable, el dolor y las náuseas».
Al principio, el médico le aseguró que sus padecimientos eran «simplemente» algo con lo que debían lidiar las mujeres. Como tenía sospechas por los fuertes dolores y estaba cansada de exámenes y análisis sin salida alguna, acudió a otros especialistas que le ordenaron una cirugía para la endometriosis.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la endometriosis es causada por el crecimiento de las células del útero, el cual trae consigo «dolor, sangrado abundante, sangrado entre periodos y problemas para quedar embarazada».
Por la fuerte molestia, uno de los tratamientos consiste en la cirugía para eliminar los tumores o extirpar el útero, las trompas de Falopio y los ovarios. Ese fue el camino que tomó Irwin al considerar que su vida «se estaba destrozando por el dolor».
«Encontraron 37 lesiones, algunas muy profundas y difíciles de eliminar, y un quiste de chocolate. Las primeras palabras del cirujano para mí cuando estaba en recuperación fueron: ‘¿Cómo viviste con tanto dolor?'», contó en una emotiva publicación en su cuenta de Instagram.
Aunque pensó mucho en si debía hacer público su estado de salud, creyó que era lo mejor para que otras mujeres sean tratadas oportunamente: «Soy consciente de millones de mujeres que luchan con una historia similar. Hay un estigma en torno a esta terrible enfermedad. Estoy compartiendo mi historia para cualquiera que lea esto y esté lidiando silenciosamente con el dolor y sin respuestas».