Las autoridades en California distribuyeron sacos de arena, reubicaron a nadadores de rescate y pidieron a los residentes que tuvieran listos sus kits de emergencia mientras el estado se prepara para la llegada de un río atmosférico que podría dejar fuertes lluvias, vientos e inundaciones el jueves en zonas devastadas por los incendios forestales.
Mientras, Portland roció sus calles con más de 7.500 litros (2.000 galones) de líquido anticongelante, mientras que las autoridades en Oregón e Idaho abrieron refugios de emergencia para prepararse para una mezcla severa de nieve y hielo que comenzará el jueves.
En el sur de California podrían caer hasta 15 centímetros (seis pulgadas) de lluvia en las montañas y alrededor de 7,6 cm (tres pulgadas) en zonas costeras y valles, según Brent Bower, hidrólogo del Servicio Nacional de Meteorología. Las fuertes ráfagas de viento podrían derribar árboles, causar cortes de energía y demorar vuelos.
Se emitieron advertencias de evacuación para Mandeville Canyon y otras áreas devastadas por el incendio de Palisades, el fuego más destructivo en la historia de la ciudad de Los Ángeles, ante preocupaciones sobre posibles riadas de escombros durante la próxima tormenta. También hubo avisos para Trabuco Canyon y otras zonas próximas a la zona arrasada por el incendio del Aeropuerto.
Todas las escuelas de Malibu permanecerán cerradas el jueves y el parque Knott’s Berry Farm cerró temprano el miércoles debido al río atmosférico, una larga banda de vapor de agua que puede transportar humedad desde los trópicos hacia zonas más al norte.
Daniel Swain, un científico climático de la Universidad de California en Agricultura y Recursos Naturales, señaló que la zona necesita desesperadamente lluvia, pero esta podría llegar de manera demasiado intensa y rápida. El resultado podrían ser riadas de escombros e inundaciones repentinas alrededor de las áreas quemadas por incendios forestales.
Estas zonas quemadas corren un mayor riesgo de sufrir flujos de escombros porque la vegetación que ayuda a mantener el suelo anclado se ha quemado y hay escombros sueltos como cenizas, tierra y rocas, explicó en un comunicado.
Los funcionarios del condado dijeron que las carreteras podrían estar cerradas e instaron a los residentes a estar preparados en caso de que se emita una orden de evacuación obligatoria.
La lluvia sigue a las tormentas del miércoles, que dejaron fuertes nevadas y lluvia helada en una franja del este de Estados Unidos, desde Kentucky hasta la capital del país, causando cientos de accidentes de tráfico, cortes de energía en algunos lugares y amenazando con inundar vías fluviales.
El sistema tormentoso, que fue desde Kentucky hasta Maryland y a puntos más al norte el martes, dejó más de 37 centímetros (14 pulgadas) de nieve en Iron Gate, un pequeño pueblo de los Apalaches en Virginia occidental, y 30 cm (12 pulgadas) en White Sulphur Springs, Virginia Occidental, una pequeña ciudad a unos 105 kilómetros (65 millas) al oeste, según el Servicio Nacional de Meteorología.
En la madrugada del jueves, más de 150.00 clientes en Virginia y más de 13.000 en Carolina del Norte seguían sin electricidad, según PowerOutage.us. Appalachian Power, que atiende a un millón de clientes en Virginia Occidental, Virginia y Tennessee, apuntó que más de 5.700 trabajadores estaban tratando de recuperar el servicio eléctrico.
Los aeropuertos de la región recibieron varios centímetros de nieve, según Scott Kleebauer, meteorólogo del Centro de Predicción Meteorológica del servicio.
Casi 7.000 vuelos fueron cancelados o sufrieron retrasos en todo Estados Unidos el miércoles, incluyendo casi 300 hacia el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, cerca de Washington, D.C., según el sitio de seguimiento de vuelos FlightAware.com.
