Dos potentes incendios forestales azotan una zona rural en el norte de California, donde ya han ‘engullido’ montañas y han destruido alrededor de 100 viviendas y otros edificios, dejando al menos dos heridos y miles de desplazados que se vieron obligados a abandonar sus casas, declararon este sábado las autoridades locales.
Los incendios se desataron el viernes en el condado de Siskiyou, en las inmediaciones de la localidad de Weed, situada a 400 kilómetros al norte de San Francisco y que alberga a unas 2.600 personas. El vecindario Lincoln Heights fue uno de los más afectados.
El Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (CAL FIRE) indicó el sábado que lograron contener un 25 % de uno de los incendios y solo un 5 % del otro, registrado en la zona montañosa al lado de la localidad de Gazelle.
Ambos focos ya abarcan más de 3,7 hectáreas. El portavoz del Departamento Forestal, Rick Carhart, explicó que, con toda probabilidad, el viento es un factor crucial en la propagación de las llamas.
«Septiembre y octubre son algunos de los peores momentos para los incendios en esta parte del estado, tan solo porque hace mucho tiempo que no llueve de forma significativa», señaló.
«Cada día, cada semana, cada mes que pasamos sin lluvia, se vuelve más seco, más seco y más seco, por lo que los campos están muy secos, muy susceptibles a que inicie un incendio y se propague si comienza», agregó. «Una de las cosas de Weed es que, según los lugareños, allí hace mucho viento», indicó.