El mundo recibe el 2022 con espectáculos y fuegos artificiales en distintas ciudades que decidieron seguir adelante con las celebraciones pese al aumento global de los casos de coronavirus.
Aunque reducidos por las medidas contra los contagios, los neozelandeses fueron de los primeros en montar un espectáculo para celebrar la llegada de 2022 en Auckland.
El show contó con 90.000 luces LED que iluminaron la Sky Tower y el Harbour Bridge de Auckland, de 328 metros de altura.
Los asistentes vieron cómo se disparaban luces de colores brillantes y láseres en el cielo nocturno.
Este año, el espectáculo oficial de fuegos artificiales sobre el puerto se canceló debido a la preocupación por la variante Ómicron del coronavirus.
Australia, por su parte, recibió el 2022 con el tradicional espectáculo de fuegos artificiales en el puerto de Sídney.
La ciudad de Melbourne también celebró el nuevo año con fuegos artificiales sobre el paseo marítimo del río Yarra.
En Europa, en medio de una nueva ola de casos de COVID-19 provocado en gran parte por la propagación de la variante Ómicron, los países decidieron imponer fuertes restricciones a las celebraciones públicas por Año Nuevo para evitar nuevos contagios. Francia, Reino Unido, Países Bajos, Italia, Alemania y Grecia sin algunas naciones que cancelaron sus tradicionales espectáculos para recibir el 2022. En España, por su parte, ocho comunidades autónomas celebrarán sin restricciones, mientras que el resto lo hará con limitaciones de horarios y aforos, movilidad y en el ocio nocturno.
Madrid, Andalucía, Baleares, Extremadura, Castilla León, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana han optado por mantener la normalidad y no poner en marcha limitaciones para esta Nochevieja, al menos de momento, apelando a la responsabilidad de los ciudadanos.
Mientras que del otro lado del Océano Atlántico, más específicamente en Brasil, el “Réveillon”, palabra adaptada del francés “réveiller” para la llegada del Año Nuevo, será celebrado con moderación y sin la pomposidad de otros años debido a las restricciones.
La icónica playa de Copacabana, que en Río de Janeiro reunió el año pasado casi 3 millones de personas en la Nochevieja, tendrá 10 puntos de fuegos pirotécnicos, pero sin el escenario musical por el que ya pasaron, entre muchos otros, el británico Rod Stewart, que entró al Guinnes Récord en 1994 con un público de 3,5 millones.