Los incendios forestales en Bolivia han quemado más de 728 mil hectáreas. El devastador fuego en el Amazonas no solo afectó la flora de la región.
Para las miles de especies de mamíferos, reptiles, anfibios y aves que habitan la Amazonia, las consecuencias de los incendios forestales vendrán en dos fases: una inmediata y otra a largo plazo.
La selva amazónica (que alberga a una de cada diez especies de la Tierra) está ardiendo. La semana pasada, había 9000 incendios activos en la vasta selva brasileña y se estaban extendiendo a Bolivia, Paraguay y Perú. Los incendios, la mayoría provocados para despejar el terreno para la ganadería, la agricultura y la tala, se han visto agravados por la estación seca. Ahora arden en masa, un aumento de un 80 por ciento frente al año pasado según el Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE, por sus siglas en portugués). Los incendios pueden verse desde el espacio.
«En la Amazonia, nada está adaptado al fuego», afirma William Magnusson, investigador especializado en supervisión de la biodiversidad en el Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia (INPA, por sus siglas en portugués) en Manaos, Brasil.
Pero la Amazonia es distinta.
Según Magnusson, la selva alberga una abundancia y una diversidad tan únicas precisamente porque no arde. Aunque a veces se producen incendios de forma natural, suelen ser a pequeña escala y arden cerca del suelo. Además, la lluvia los extingue enseguida.
«Básicamente, el Amazonas no había ardido [así] en cientos de miles o millones de años», afirma Magnusson. No es como Australia, por ejemplo, donde los eucaliptos se mueren sin incendios regulares. En los últimos años, la selva amazónica se ha visto afectada por una cantidad creciente de incendios provocados por humanos que ponen en peligro el ecosistema. La selva no está preparada para el fuego.
¿Cómo afectan los incendios a los animales?
Es probable que estén pasando «una factura enorme a la fauna silvestre a corto plazo», afirma Mazeika Sullivan, profesor adjunto de la Facultad de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Universidad del Estado de Ohio, que ha hecho trabajo de campo en la Amazonia colombiana.
En general, Sullivan dice que, en medio de un incendio, los animales tienen pocas opciones. Explica que pueden intentar ocultarse bajo tierra o entrar en el agua. Pueden verse desplazados. O pueden morir. Según Sullivan, en esta situación muchos animales morirán por las propias llamas, el calor o la inhalación de humo.
«Habrá ganadores y perdedores inmediatos», afirma Sullivan. «En un sistema que no está adaptado al fuego, habrá muchos más perdedores que en otros ecosistemas».
Con información de RT, National Geographic, CNÑ