Tras las redadas en Misisipi del pasado miércoles, en las que agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas de EE.UU. (ICE) arrestaron a unos 680 inmigrantes en siete plantas procesadoras de alimentos, Magdalena Gómez Gregorio, de 11 años, suplicó entre lágrimas la liberación de su padre.
La mujer que grabó el video, Elizabeth Iraheta, dijo que compartió esta transmisión para que la gente pudiera ver lo que estaba sucediendo en la planta, en la que, afirmó, ha trabajado legalmente durante 19 años.
Más adelante en el video de Iraheta, un agente de inmigración les indica que la madre de la niña está siendo llevada para ser procesada “porque no tiene papeles para estar aquí legalmente”, y luego le dice a la menor que su madre sería liberada y no deportada.
“Hoy fue el primer día de clases. Todos los papás fueron a llevar a sus hijos a la escuela […] Ahora sus hijos tal vez estén solos”, dijo Iraheta. Varios espectadores consolaban a la menor quien finalmente pudo ver a su madre antes de que se la llevaran.
«Gobierno, por favor, muestra algo de corazón, deja que mi padre sea libre con todos los demás, por favor», pidió la niña entre sollozos. «Necesito a mi papá. Mi papá no hizo nada, no es un criminal», decía Magdalena junto a un gimnasio comunitario en Forest, donde fueron trasladados varios niños cuyos padres habían sido detenidos.
Little girl sobs for her father after he was taken during the Mississippi ICE raids. She pleads for him to be let go: "I need my dad." https://t.co/XUQAftIVXF pic.twitter.com/68rru8iVvv
— CBS News (@CBSNews) August 8, 2019
«Estas personas hispanas no están haciendo nada malo. No están robando nada», continuó la menor.
«Estoy llorando por mi papá. Muchos niños están llorando y sus esposas… Sus maridos están fuera porque el ICE los agarró. No puedo hacer nada, pero por favor abran las puertas para los padres. Están atrapados en la cárcel», rogó la niña.
Un total de 600 agentes participaron en la operación, en la que rodearon varias plantas de diferentes empresas para evitar que los trabajadores se dieran a la fuga. Las autoridades pidieron el documento de identidad a los trabajadores y dejaron salir de las instalaciones a los que tenían sus papeles en regla. Acto seguido escoltaron a los detenidos a varios autobuses mientras los familiares se despedían de ellos.
Muchas familias resultaron separadas y los niños puestos bajo custodia policial ya que, en algunos casos, carecían de otro tutor legal.
QUE RARO, NO SE VE FELIZ COMO DECIA Y JURABA NUESTRO INTELECTUAL PRESIDENTE BUKELE
Creo que este gobierno de EE.UU, liderado por Trump, se ha salido del huacal, ha rebasado la linea del respeto a la dignidad humana. Donde está ese gobierno que grita y exige a los cuatro vientos el respeto a los derechos humanos. Simplemente CINICOS
Está es la muestra del dolor que causa un desquiciado, racista y enemigo de los latinoamericanos. Cuesta creer que algunos gobiernos de nuestros países sean genuflexos a los enemigos de los pueblos que representan.