El paisaje luce tan bien que varios la apodaron como «la Maldivas de la Siberia». La presencia de jóvenes que buscan la foto perfecta le da todo el ambiente de una playa paradisíaca, pero se trata de una zona de desechos tóxicos y las autoridades ya han advertido de los riesgos que conlleva acercarse al lugar.
Las aguas de este lago ruso no tienen ese atractivo turquesa por un fenómeno natural. Según confirmó la Siberian Generatin Company, propietaria de la planta de energía de Novosibirsk, el color se debe a los óxidos de calcio, una sustancia dañina para las personas.
La zona tiene varios carteles de peligro, pero los fotógrafos hacen caso omiso con tal de poder conseguir las imágenes. Poses de relajación y hasta algunos valientes que se animan a surcar el agua sobre tablas deportivas.
«Ya se fue el sarpullido, pero no recomiendo probar esta agua», comentó Alexei Cherenkov, cuya imagen sobre un flotador de unicornio le valió más de 400 likes. Según describió, el sabor es «amargo, como tiza», y las piernas le picaron por dos días. ¿Valió le pena? Según comentó, su ciudad es muy «gris» y fue hasta el lugar para tener una foto bonita. «Este es uno de los pocos lugares hermosos que tenemos a disposición», agregó.
En el lugar no suele verse personal de seguridad y hasta suele haber familias enteras organizando picnics.
La compañía emitió un comunicado en el que, si bien descartaron que haya radiación o se ponga en riesgo la vida, advirtieron: «No se puede nadar. El contacto con la piel puede producir una reacción alérgica. El fondo es barroso. POR LO TANTO, ¡LES PEDIMOS QUE EN SUS INTENTOS DE SELFIE NO CAIGAN AL AGUA! ES EL PRINCIPAL PELIGRO».
Semanas atrás, la firma indicó al medio NGS que recorrer la zona «es como caminar en terrenos militares: peligroso e indeseado».
De todas formas, en pleno verano, las redes sociales continúan inundándose de fotos en bikini y poses de yoga. Incluso, algunas parejas eligieron el lugar para sus fotos de boda, aunque la mayoría evita entrar en contacto con el agua.
