En un encuentro clave celebrado el miércoles 29 de octubre en Busan, Corea del Sur, los presidentes Donald Trump y Xi Jinping alcanzaron una serie de acuerdos comerciales que buscan aliviar tensiones entre las dos mayores economías del mundo. La reunión, que tuvo lugar al margen de la cumbre de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), marcó la primera interacción cara a cara entre ambos líderes desde el inicio del segundo mandato de Trump.
Entre los principales compromisos alcanzados, Estados Unidos acordó reducir ciertos aranceles sobre productos chinos, incluyendo bienes vinculados a precursores del fentanilo, bajando la tasa promedio de aproximadamente 57 % a 47 %. Por su parte, China se comprometió a reanudar compras significativas de soya y otros productos agrícolas estadounidenses, y a suspender temporalmente restricciones sobre exportaciones de tierras raras y materiales estratégicos.
Otro aspecto destacado fue la cooperación para frenar el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos, un tema que Trump había planteado como prioritario. Los mandatarios también establecieron un marco para continuar negociando cuestiones pendientes y anunciaron posibles futuras visitas diplomáticas, con Trump visitando China en abril y Xi visitando EE.UU. posteriormente.
Analistas destacan que estos acuerdos representan una tregua temporal más que un acuerdo definitivo, dejando pendientes temas críticos como la tecnología avanzada y la situación geopolítica en Asia. Aun así, la reunión generó expectativas positivas en los mercados internacionales y podría sentar las bases para futuras negociaciones más estructurales.










