El presidente de EE.UU., Donald Trump, advirtió este martes de que ha dejado «instrucciones» para que si Irán le asesina, el enemigo de Washington «sería aniquilado».
«Sería terrible que lo hicieran. Si lo hicieran serían aniquilados», indicó Trump, al responder a la pregunta de los periodistas sobre la posibilidad de su asesinato por parte de Teherán. «He dejado instrucciones de que, si lo hacen, serán arrasados, no quedará nada», añadió.
La declaración del mandatario se produjo mientras presentaba una orden ejecutiva que restablece una campaña de «máxima presión» contra Irán. Trump admitió que le «disgustaba hacerlo», señalando que la orden ejecutiva era muy dura con Teherán. «Con suerte, no vamos a tener que usarla mucho», dijo, informa Fox News.
Según el documento, se ordena al Departamento del Tesoro ejecutar la «máxima presión económica» sobre Irán a través de una serie de sanciones destinadas a hundir las exportaciones de petróleo iraní.
Trump restablece la «máxima presión» contra Irán
Con el fin de evitar que Teherán adquiera un arma nuclear, la orden de Trump instruye al Departamento del Tesoro a que ejecute «máxima presión económica» a través de una serie de sanciones que buscarían reducir a cero las exportaciones de petróleo de Irán.
Antes de firmar el memorando, el mandatario expresó que se sentía «desgarrado» y no estaba «contento de hacerlo», porque considera que las medidas serán muy duras para Irán. «Con suerte, no vamos a tener que usarlo mucho», dijo Trump a los periodistas, según recoge Fox News.
Durante su primer mandato, el republicano también impuso restricciones severas contra Teherán, logrando reducir sus exportaciones de crudo a casi cero. Sin embargo, en el gobierno del expresidente Joe Biden Irán pudo vencer las sanciones y recuperar su industria petrolera. La producción durante el 2024 alcanzó su nivel más alto desde el 2018, con 54.000 millones de dólares, de acuerdo con datos difundidos por Reuters.