El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que ha instruido al Pentágono para preparar planes de una posible acción militar en Nigeria, si el gobierno de ese país “continúa permitiendo el asesinato de cristianos”. Además, señaló que toda la ayuda y asistencia estadounidense será detenida mientras persista lo que él describió como “la matanza de cristianos”.
Trump también informó que Nigeria será designada como un país de “particular preocupación” por el tema de la libertad religiosa, alegando que “el cristianismo enfrenta una amenaza existencial” en la nación africana.
La reacción de Nigeria no se hizo esperar. El presidente nigeriano, Bola Ahmed Tinubu, rechazó la caracterización de su país como intolerante, recordando que la libertad de culto está garantizada por la Constitución. Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores afirmó que continuará protegiendo los derechos de todos los ciudadanos, independientemente de su credo.
La designación de “país de particular preocupación” bajo la Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998 puede derivar en sanciones o restricciones de ayuda, aunque no implica automáticamente un enfrentamiento militar. La declaración de Trump, sin embargo, representa un fuerte aumento de presión diplomática hacia Nigeria y podría tener amplias implicaciones internacionales.













